El matrimonio condenado por abusar de una menor de Baleira cuando tenía siete años, y hasta que cumplió 13, ingresó el mediodía de este miércoles en la cárcel de Bonxe. Por su parte, el tercer implicado –hermano y cuñado de la pareja– también entró en el centro penitenciario ubicado en Outeiro de Rei pero lo hizo unas horas después, ya entrada la tarde.
Los tres tenían hasta las 23.59 de este miércoles para personarse de forma voluntaria en el penal que eligiesen. Si agotado ese período no lo hicieran, tendría que ser el juzgado sentenciador, en este caso la Audiencia, la que dictase orden de detención e ingreso en prisión.
La pareja condenada, formada por la hermana de la víctima y su marido, acudió al penal cargada de bolsas en torno a las 13.15 horas. Tienen dos hijos menores, que mientras cumplen su pena estarán a cargo de su abuela.
Los vecinos de este municipio de A Montaña estaban este lunes expectantes y también aliviados ante la inminente entrada en la cárcel de la hermana de la víctima, su marido y un hermano de este. Y es que la sentencia condenatoria se dictó el pasado mes de enero y hasta ahora los condenados han seguido con su vida con relativa normalidad, para indignación de muchos residentes en la zona. Este último domingo, por ejemplo, fueron vistos en la casa en donde residen desde hace años, la misma en la que se cometieron los hechos.
El juez condenó a la hermana de la víctima, su marido y su cuñado a tres años de prisión cada uno por los abusos cometidos sobre la menor desde los siete a los 13 años, cuando quedó embarazada del marido de su hermana y el bebé fue dado en adopción.
El hecho de que las penas para los agresores solo fueran de tres años se debió también a un acuerdo previo entre las partes, que aceptaron también una indemnización para la víctima de 50.000 euros.
Según se consideró probado, la hermana mayor de la víctima consiguió convencer a la menor de las relaciones sexuales, cuando esta tenía siete u ocho años, con el hermano de su marido. La víctima fue violada, además, por su propio cuñado, que la dejó embarazada (ya estuvo embarazada por primera vez con 11 años) de un bebé al que dio a luz con 13 años y que tuvo que dar en adopción.
Este caso provocó un rechazo por el contenido del fallo y también movilizaciones en solidaridad con la víctima y para reclamar, entre otras cuestiones, un juzgado específico de violencia de género para que no se repitan situaciones como el de Baleira, con condenas "inferiores" al tiempo en que los procesados abusaron de la víctima.
