Embutidos Suarna lleva dos décadas promocionando los productos de la montaña

La dueña de la empresa naviega, Mari Carmen Sánchez, pospondrá la celebración del aniversario mientras espera la evolución del Covid
Mari Carmen Sánchez, con algunos de los productos que comercializa. EP
photo_camera Mari Carmen Sánchez, con algunos de los productos que comercializa. EP

Embutidos Suarna cambia de década, ya que lleva veinte años vendiendo productos típicos de la montaña lucense. "Quería hacer una fiesta, pero la dejaré para el año que viene o para el 25 aniversario para poder hacer el homenaje que se merece", dice la dueña de la empresa de embutidos, Mari Carmen Sánchez, en relación al Covid-19.

La androlla es su "producto estrella" y, aunque también comercializa chorizos, butelos, lomos, salchichones, y otros derivados del cerdo, la empresa se caracteriza por esta variante. "Todo empezó con una Festa da Androlla, que por aquel entonces no se vendía, así que hicimos unas cuantas en casa para la celebración y se acabaron todas antes del evento", explica Mari Carmen, que en vista de la demanda y la falta de comercialización del sector de la androlla no dudó en despegar con el proyecto en Navia de Suarna.

La empresa naviega, en la que trabajan cuatro mujeres, distribuye sus productos en tiendas, ferias y compañías hosteleras. "Solemos vender bastante en Barcelona, porque hay bastantes gallegos emigrados que quieren productos de su tierra", explica la dueña. "La cuarentena dejó pasar los carnavales, pero los meses siguientes eran muy buenos para la venta de cocido", sostiene Mari Carmen, que compagina la fábrica con un supermercado.

"Si tuviese que volver a abrir la empresa lo haría aquí sin duda", declara la encargada, aunque reconoce que el transporte es un hándicap para mover la mercancía. "El sello de Ancares les otorga un gran prestigio a los embutidos", recalca. A pesar de la crisis sanitaria, la empresa consiguió salir adelante a través de las ventas en tiendas de alimentación. "Me gusta mucho lo que hago y sigo con muchas ganas", subraya la barallesa, que lleva 30 años viviendo en Navia.

"La gente valora mucho más ahora lo que tenemos en el rural, así que espero que avance", explica la empresaria, que considera que la pandemia supondrá un "antes y un después" para el negocio y la comarca. "No cambiaría el vivir aquí por nada", concluye.

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