Detenido un fonsagradino que urdió una gran estafa inmobiliaria en Palma

Se dedicaba a alquilar como propios pisos cuyos propietarios había muerto o que estaban embargados por los bancos ►Junto a su mujer y su hijo, también detenidos, controlaba tres edificios y compraron varios inmuebles en A Fonsagrada

La banda controlaba los dos edificios que aparecen en primer plano y en el fondo. EP
photo_camera La banda controlaba los dos edificios que aparecen en primer plano y en el fondo. EP

LUGO. Un fonsagradino, Manuel L.V., fue detenido por la Policía Nacional en Palma de Mallorca como supuesto cerebro de una banda que se dedicaba a alquilar a personas con pocos recursos viviendas que se encontraban embargadas por los bancos o cuyos propietarios reales habían fallecido. En la operación han sido detenidos también su mujer y su hijo, además de otras cuatro personas.

Según confirmaron a este diario fuentes policiales, Manuel L.V, de 65 años, emigró hace décadas a las Islas Baleares, donde se casó con una mallorquina. Sin embargo, vivían a caballo entre la isla y A Fonsagrada, donde de hecho tiene la sede social la empresa que usaban como pantalla para su presunta estafa inmobiliaria. Parte de los beneficios obtenidos, además, los invirtieron en inmuebles de esta localidad lucense, donde tienen al menos cuatro casas y una finca. No obstante, al parecer todas las propiedades están a nombre de la mujer y el hijo, ya que el padre figura como insolvente.

Tras ser puestos a disposición judicial, se ordenó el ingreso en prisión de Manuel L.V, mientras que el resto fueron puestos en libertad con cargos. La Policía informó ayer, en un comunicado recogido por Europa Press, que a los acusados se les imputan los delitos de estafa, fraudes procesales, coacciones, desobediencia a la Autoridad Judicial, falsedades documentales y alzamiento.

Según las investigaciones de la Policía, el cabecilla del grupo ideó la trama alrededor de tres edificios de apartamentos ubicados en Cala Major, cuyas comunidades de vecinos había presidido hace una década. Precisamente, ello le facilitó saber que algunos de los apartamentos estaban en situación de abandono, bien por pertenecer a extranjeros que adquirieron los apartamentos en los años 80 como residencia vacacional y que ya habían fallecido sin que sus herederos hubieran hecho gestiones desde sus países de origen o bien por pertenecer a entidades bancarias por razón de embargos.

Con el fin de que los inquilinos creyeran que él era el legítimo propietario, el detenido inició reformas en varios de los apartamentos, alquilándolos posteriormente a personas de escasos recursos desde el año 2010. De este modo, apartamentos de menos de 25 metros cuadrados pensados para cortas estancias se convertían en residencias permanentes.

Los detenidos habían montado una instalación eléctrica clandestina, instalando en el sótano de uno de los edificios un cuarto de contadores ilegal, desde el que distribuían la electricidad a los apartamentos mediante cables que discurrían por los pasillos e incluso el interior de algunos pisos, pudiendo así cortarla a voluntad para presionar a sus víctimas.

Vivían en un sótano ilegal

Pese a llevar años cobrando alquileres de manera ilegal, la Manuel L.V. y su familia vivían en Palma sin ostentación. De hecho, el jefe del clan familiar fue detenido en un apartamentode apenas 25 metros cuadrados situado en el sótano de uno de los edificios que controlaba, que además tiene orden municipal de derribo

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