Colectivos y estudiosos reclaman que se rehabiliten castillos de Os Ancares

El mal estado de las fortalezas de la zona lucense, con la excepción de Doiras, contrasta con la restauración de dos en Vega de Valcarce "sen facer unha gran inversión", dice Xabier Moure
Asistentes a una de las charlas de las jornadas de arqueología y patrimonio de Os Ancares. EP
photo_camera Asistentes a una de las charlas de las jornadas de arqueología y patrimonio de Os Ancares. EP

La demanda de la rehabilitación de las torres y castillos de Os Ancares fue una de las conclusiones de los historiadores participantes en la segunda edición de las jornadas de arqueología e historia de la comarca, así como de colectivos como Patrimonio dos Ancares e Irmandade Naviega.

La fortaleza que se encuentra en mejor estado de conservación es la de Doiras, propiedad de la fundación Xosé Soto Fión, con sede en O Saviñao, donde se ejecutarán obras de restauración. El castillo de Navia se encuentra en un estado lamentable y también es mala la conservación de los de Torés y Doncos, en As Nogais. Esta situación en la zona gallega contrasta con la de las fortalezas bercianas de Balboa y Sarracín, en el municipio berciano de Vega de Valcarce, que fueron visitadas durante las jornadas de la mano del arquitecto encargado de su restauración, Fidel Ramón Pérez.

Xabier Moure, de Patrimonio dos Ancares, señala que los trabajos efectuados en los dos castillos de Vega de Valcarce "fixéronse sen un gran gasto e poden ser un exemplo a seguir na consolidación ou restauración das fortalezas da parte lucense".

Los ponentes de la jornada inaugural, celebrada en la casa consistorial de Navia, fueron el profesor de Historia Medieval de la USC, Pegerto Saavedra; el escritor Toño Núñez, de la asociación Irmandade Naviega, y Xabier Moure. Los presentó el alcalde, José Fernández. Al día siguiente habló el catedrático José Ignacio González Ramos. Los tres estudiosos no solo repasaron la historia de las fortalezas que permanecen en pie, sino que aludieron a las ya desaparecidas para convertirse en pazos o en casas grandes o de labranza. Las piedras de otras sirvieron para construir iglesias, como la de Neira de Rei, en Baralla.

Hubo también "castelos de rocha, que aproveitaban a configuración do terreo", explica Moure. Uno fue la torre de vigilancia de Teso do Castelo, en Airoá, en la parroquia de Cereixido (Cervantes), junto a la Vía Romana XIX, de la que se conservan algunos restos. Estaba cerca del castillo de Doiras y allí encontraron monedas medievales y restos de polvo de oro.

La torre que nunca existió en Becerreá
Patrimonio de Galicia catalogó por error una torre en Valiña, en la parroquia de Agüeira (Becerreá), que sería destruida por los Irmandiños en el siglo XV. "No hai restos, nin tradición, ni documentación sobre a mesma", indicó Moure. Al parecer se confundió el topónimo Agüeira con el del Pena Aguiera, en O Páramo, documentada en el pleito del arzobispo compostelano Tavera con su precedesor Fonseca.

Organización
Las jornadas estuvieron organizadas por la Anpa del CPI de Cervantes, Patrimonio dos Ancares y el Ayuntamiento de Balboa. Además de charlas, hubo una visita al patrimonio de A Proba de Navia e Isabel Risco interpretó Bravas, a nosa historia, con saias e a rachar. La representación contó con el patrocinio del área de Cultura de la Diputación.

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