El municipio de Baralla fue escenario a las tres de la madrugada del pasado sábado de un pequeño temblor de tierra que alcanzó los 2,2 grados en la escala mbLg, medición que sustituye a la escala Ritcher, y que pasó desapercibido para la población.
El epicentro del seísmo se localizó a unos cuatro kilómetros de profundidad y no generó ningún tipo de daño.
El pasado viernes también se detectó en O Carballiño (Ourense) otro temblor, que en este caso fue de 1,7 grados y que tampoco lo detectó la población. Fue el segundo terremoto de estas características que se registró en la zona en solo una semana.
La mayor actividad sísmica en España durante este fin de semana se centró en la zona Este y Sur de la Península, así como en las islas Canarias.
El de mayor magnitud se registró en el municipio onubense de Cortelazor y alcanzó los 2,7 grados en la escala Ritcher. En Bielsa (Huesca) otro movimiento llegó hasta los 2,6 grados.
