Arqueólogos catalogan las pinturas rupestres de Baleira para su protección y divulgación

La Consellería de Cultura, la Universidade de Santiago y la Escola de Conservación se alían para poner en valor los once grupos de imágenes del yacimiento de la Cova dos Mouros, donde se hicieron labores de documentación y restauración
Arqueólogos y restauradores trabajan en la Cova dos Mouros de Baleira. EP
photo_camera Arqueólogos y restauradores trabajan en la Cova dos Mouros de Baleira. EP

La Consellería de Cultura, la Universidade de Santiago y la Escola de Conservación e Restauracións de Bens Culturais de Galicia actúan de forma conjunta para investigar, proteger y divulgar las pinturas prehistóricas de la Cova dos Mouros, situada en el municipio de Baleira. Al hilo del convenio rubricado por estas instituciones, en las dos últimas semanas de julio se desarrolló una nueva actuación que dio continuidad a las realizadas en 2017 y 2018.

A día de hoy figuran ya localizados once paneles pictóricos compuestos por semicírculos, barras verticales y alguna representación antropomorfa, todas ellas pintadas con pigmento rojo. El gran reto de la investigación estriba en "la catalogación específica del arte esquemático de estas pinturas rupestres", según indica Ramón Fábregas Valcarce, catedrático del Área de Prehistoria de la USC. Fábregas se encarga de la coordinación de este proyecto, dirigido por Fernando Carrera Ramírez, profesor de la Escuela Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia. Con ellos trabaja un equipo multidisciplinar de restauradores y arqueólogos.

El objetivo de esta intervención es cuantificar con precisión la totalidad de las pinturas prehistóricas existentes en la Cova dos Mouros, Para ello se realizó una acción previa de limpieza que respeta el estado actual de los grabados y facilita el acceso al abrigo. La pandemia del covid obligó a dejar pendiente en su día la documentación exhaustiva de las pinturas, "labor que efectuamos en el último trabajo de campo", dice Fábregas.

Pinturas en tono ocre localizadas en la Cova dos Mouros. VICTORIA RODRÍGUEZ (ARCHIVO)
Pinturas en tono ocre localizadas en la Cova dos Mouros. VICTORIA RODRÍGUEZ (ARCHIVO)

En septiembre continuará este trabajo de documentación de las pinturas para definir su composición y estabilidad y ahondar en el conocimiento de su cronología. El proyecto se completa con la estimación de las posibilidades de deterioro y con la propuesta de acciones de protección y conservación más adecuadas. Aunque se repartieron las fotografías en once paneles, todavía no se puede cuantificar su número exacto, "ya que la humedad, la erosión y el paso del tiempo afectó a algunas de las imágenes", explica Ramón Fábregas.

Esta intervención funcionó como una actividad práctica de docencia y aprendizaje mediante la participación activa de profesorado y alumnado de la universidad compostelana y de la Escola Superior de Conservación e Restauración, con sede en Pontevedra.

El único yacimiento de arte esquemático del norte gallego

Ramón Fábregas recalca la importancia del yacimiento de la Cova dos Mouros, pese a las escasas dimensiones de la cavidad, de unos 21,5 metros de fondo. "Sus pinturas son un ejemplo único del arte esquemático en el norte gallego. Cuando la encontramos constituían un caso singular en la comunidad, pero después surgieron tres hallazgos similares en la zona sur", manifiesta el catedrático del área de Prehistoria de la universidad compostelana. 

Las representaciones son de tipo geométrico, "con unos motivos en forma de ángulo, como si fueran comillas", añade Ramón Fábregas. Algunos trazos no son fáciles de identificar por encontrarse en mal estado, pero en uno de los paneles "sí se ve con claridad un ser humano con los brazos abiertos", subraya. Se trata de una representación de gran importancia, tanto por su expresión como por combinar el dibujo con el grabado y está considerada una imagen singular dentro de las pinturas rupestres de la Península.

Excavación hecha en 2018 en la Cova dos Mouros. VICTORIA RODRÍGUEZ (ARCHIVO)
Excavación hecha en 2018 en la Cova dos Mouros. VICTORIA RODRÍGUEZ (ARCHIVO)

La cavidad estuvo ocupada del 4.000 al 2.000 antes de Cristo

Ramón Fábregas explica que la primera valoración de estas expresiones pictóricas se efectuó en 2017 a raíz de su descubrimiento por un grupo de senderistas que alertaron al Seprona y a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta. Al año siguiente se efectuó una pequeña excavación con el fin de detectar la presencia humana en la cavidad, "lo que facilitó el hallazgo de vasos prehistóricos y de algunos útiles de cuarzo", comentó el investigador de la USC. Los restos de cerámica y huesos hallados fueron enviados a un laboratorio de Miami para su análisis. 

Las pruebas de radiocarbono aplicadas a estos restos, así como a restos de fuegos localizados en distintos estratos, permitieron establecer una correlación entre esas ocupaciones de la cavidad y la realización de las pinturas a lo largo de un periodo aproximado de 2.000 años, que según los cálculos de los científicos iría desde el 4000 y el 2000 antes de Cristo, entre el Neolítico Medio y el inicio de la Edad del Bronce.

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