Un incendio que se produjo la pasada madrugada en una vivienda del municipio lucense de A Fonsagrada, dejó totalmente calcinada una casa habitada en el lugar de A Sendiña, sin provocar daños personales en ninguno de los ocupantes del inmueble.
Uno de los ocupantes es un hombre de unos 50 años, sobrino de una mujer octogenaria con problemas de movilidad, que era la otra ocupante, y a la que pudo sacar del interior de la vivienda antes de que las llamas lo destruyesen todo.
Según informó el Centro Integrado de Atención a Emerxencias (CIAE) de Galicia, un particular alertó a las 03:47 horas a través del 112 de que había fuego en el interior de una vivienda habitada en el municipio de A Fonsagrada.
El alcalde de A Fonsagrada, Argelio Fernández Queipo, confirmó a Efe que en la casa calcinada vivían una octogenaria discapacitada y su sobrino, de unos cincuenta años, pero ambos pudieron salir del inmueble antes de que las llamas lo redujesen todo a cenizas.
Fernández Queipo explicó que el sobrino se despertó en plena noche a causa del ruido y se levantó de la cama al pensar que su tía podía necesitar algo, pero al salir de su habitación vio las llamas, por lo que fue al cuarto de la octogenaria y la sacó inmediatamente de la vivienda.
El regidor local precisó que ya en ese momento el fuego se había propagado por la casa desde la chimenea del inmueble, donde presumiblemente se originaron las llamas, por lo que, a pesar de la respuesta de los servicios de emergencia, ya nada pudo hacerse por evitar que el inmueble quedase totalmente destruido.
"Llegamos más o menos en media hora, lo más rápido posible", dijo Fernández Queipo, porque los los empleados del Ayuntamiento dejan "todo preparado, con los vehículos cargados de agua y las mangueras listas, por si hay que salir durante la noche", pero "al pueblo en el que se produjo el incendio lleva media hora llegar, dado que está ya en el límite con Asturias".
Fue esa rápida intervención de los servicios de emergencias, aseguró el alcalde, lo que permitió salvar de las llamas un inmueble anexo, dado que, en realidad, "se trata de una casa partida en dos viviendas y solo una resultó afectada".
Personal de los servicios de emergencias estuvieron trabajando en la extinción del fuego hasta las ocho de la mañana, como consecuencia de la carga térmica que aún se mantenía en diversos puntos de la casa y que amenazaba con reavivar las llamas.
Efectivos del GES de A Pontenova y de la agrupación de voluntarios de Protección Civil de A Fonsagrada estuvieron moviendo los escombros para enfriar el lugar del incendio, hasta que lo dieron definitivamente por extinguido.
En el operativo también participaron los Bomberos de Sarria y agentes de la Guardia Civil.
En cuanto a la situación en la que quedan los dos habitantes de la casa quemada, el alcalde dijo que ahora toca "mantener la serenidad, organizarse y ver en qué podemos echarles una mano", aunque también recordó que el inmueble quemado estaba "asegurado".
