El colectivo Patrimonio dos Ancares alerta del "lamentable" estado de conservación de la iglesia de Santo André de As Nogais, una de las "xoias" de estilo románico que hay en la comarca y que «non interesa a ninguén», expone el responsable de la entidad, Xabier Moure, a través de su blog. "Levamos anos así, non é a primeira vez que denunciamos esta situación, pero ninguén fai nada", explica el investigador, que además subraya que este templo fue declarado Ben de Interese Cultural (BIC) en 1995, una protección que debería asegurar su protección y mantenimiento y bajo la que se ampara un convenio entre "a Xunta de Galicia e o bispado de Lugo que se firmou para velar por este ben, pero está abandonado", agrega.
Para poner el foco sobre el pésimo aspecto que presenta tanto el interior como el exterior de la iglesia de Santo André, así como en la necesidad de conservar e impulsar las muestras de románico que hay en Os Ancares, "non só o hai na Ribeira Sacra", apunta Moure, el colectivo que dirige, la Anpa del CPI de Cervantes y la asociación A Cambela, también de Cervantes, promueven la tercera edición de unas jornadas dedicadas a la presencia de este estilo arquitectónico en la comarca que se celebrarán el 15 y 16 de abril en Becerreá, con la visita a varios templos.
De este modo, y a lo largo de esta actividad, no solo se denunciará la "desidia" que llevó a Santo André al estado actual, sino también la situación en la que se encuentran otros templos como el cervantego de Santiago de Cereixedo, de origen medieval y con pinturas murales "moi abandonadas". "No seu momento xa se alertara do estado de Santa María de Penamaior, en Becerreá, que pertenceu a un mosteiro; alí actuouse hai anos", recuerda Moure.

INTERVENCIONES URGENTES. El investigador asegura que la intervención que precisa Santo André, que aún alberga celebraciones puntuales, es "integral". Así, indica que los retablos y las pinturas son los que están en peor estado y que estas últimas ya se están desprendiendo, mientras que en el exterior, "os madeiros que suxeitan as campás están partindo", los canecillos están notablemente deteriorados y el reloj de sol, "un dos poucos que hai nesta zona", también tiene daños.
"Hai noticias de mediados do século XX que xa falaban do mal estado no que estaba e desde entón só houbo parches, non reparacións completas", concluye Xabier Moure.