Hace tres años el equipo de fútbol de Paradela se llevaba los tres puntos en juego en su visita al Becerreá y uno de sus jugadores media docena de puntos en la barbilla tras recibir un puñetazo de un contrario. Este miércoles se iba a celebrar la vista oral por esta agresión en el juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, pero se tuvo que suspender debido a la ausencia como testigo de quien había repartido justicia en aquel encuentro, el árbitro.
El 1 de marzo de 2018 se medían en el campo municipal de Becerreá el equipo local, que marchaba colista, contra el Paradela, líder entonces de la competición, en un partido correspondiente al Grupo Sur de la Tercera Autonómica. En el minuto 16 se producía una tangana entre futbolistas de ambos equipos tras una dura entrada. Cuando un jugador del Paradela trataba al parecer de apaciguar los ánimos, un rival lo noqueó de un puñetazo.
El árbitro le mostró tarjeta roja al agresor, por lo que tuvo que abandonar el terreno de juego, al igual que la víctima, que sufrió una herida en la barbilla, que precisó varios puntos de sutura.
El partido continuó. El Paradela supo aprovechar esa superioridad numérica y se hizo con los tres puntos en juego al imponerse por cero goles a dos.
Además de ser sancionado con 6 partidos por la Federación Gallega de Fútbol, el agresor acabó este miércoles en el banquillo de los acusados. El fiscal solicita 1.620 euros de multa por un delito de lesiones, que reintegre a la Mutualidad de Futbolistas Españoles los 395 euros abonados al Sergas por la atención sanitaria a la víctima y que indemnice a esta por las secuelas, importe que no cuantifica el ministerio público y que la acusación particular cifra en 9.166 euros con arreglo al informe forense.
