"Botamos catro días recluídos na casa"

El concello lucense más afectado por el temporal intenta volver poco a poco a la normalidad. Casi una semana después, los vecinos de los núcleos más altos comienzan a salir de sus casas y resaltan que no recuerdan una nevada así "desde hai décadas"

"Foi unha das peores nevaradas que recordo nas últimas décadas e teño 82 anos", exclamaba este viernes una vecina de A Fonsagrada mientras miraba estupefacta cómo un espeso manto blanco aún cubría, casi una semana después, buena parte del paisaje del entorno de su casa en el núcleo de Vilalba, en la parroquia de A Trapa.

Los fonsagradinos intentan poco a poco volver a la normalidad tras un temporal que se cebó con el concello. Los habitantes de algunos núcleos salían ayer a la calle por primera vez y relataban que pasaron estos días en el interior de sus casas. "Pasamos toda a nevarada dentro da casiña, ao calor da cheminea, non quedaba outra", comentaba un matrimonio del núcleo de Silvela, que relataba que vivieron este temporal con gran incredulidad. "O primeiro día que saímos da porta para fóra quedamos asustados. Facía tempo e tempo que non se vía tal cantidade de neve", precisa la mujer, quien señalaba desde el interior de su casa cómo el manto blanco ayer aún llegaba a la altura de una de las ventanas.

"O primeiro día para poñer o pé fóra tivemos que ir cunha paliña facendo un carreiro, é o que nós chamamos a derrota. Así polo menos puidemos andar ao redor da casa ata que nos viñeron limpar o camiño", señala la pareja.

Dentro de las aldeas son los propios vecinos los que se encargan de adecentar los caminos de sus casas con sus tractores para poder desarrollar las actividades cotidianas

Los vecinos explican que aunque la dureza del temporal sí que los cogió por sorpresa, tenían avituallamiento de sobra en sus viviendas. "Fomos tirando como puidemos. Somos xente da montaña e temos de todo nos conxeladores, fame non pasamos", indica Alfredo López, del núcleo de Vilarchao.

"Antes pasabamos máis de 15 días pechados, agora xa hai moitos máis medios e estamos moito máis preparados", explicaba este viernes Ana Sampedro, una vecina de la aldea de Sancibrán.

URGENCIAS. "O peor é se che pasa calquera urxencia a ver que fas. Deus nos libre de que lle vaia mal a calquera, que nalgúns sitios as ambulancias non dan chegado pola gran cantidade de neve", lamenta otra fonsagradina, quien relata que una vecina del núcleo de Ferreiros lleva varios días en el hospital con el alta médica y no puede regresar a casa porque la ambulancia no llega a su vivienda. "Non dan pasado cunha ambulancia normal, e mentres está alí esperando a que mellore algo o tempo para poder regresar", asegura la vecina.

Las trabajadoras de ayuda a domicilio acuden estos días a las viviendas de los ancianos en vehículos de los miembros de Protección Civil ante la imposibilidad de acceder con sus propios coches a algunas zonas. "Aínda que as estradas están limpas en gran parte do concello, a algúns sitios aínda é necesario un todoterreo para acceder. Por iso estase priorizando a atención aos usuarios máis necesitados ata que se normalice toda a situación", explicaba un trabajador.

VIALES DESPEJADOS. Los servicios de emergencias se afanan estos días por despejar todas las carreteras para que la gente pueda recuperar su vida normal. Los viales se han convertido en un ir y venir de trabajadores y en las zonas más altas las carreteras han quedado reducidas a menos de la mitad, rodeadas de grandes paredes de nieve que sobrepasan los vehículos y donde se aprecia únicamente la pasada de la máquina quitanieves. "O bo é que podemos ir pasando por gran parte das estradas, pero faise complicado manobrar cando te atopas de fronte con outro coche", señala un fonsagradino.

Dentro de las aldeas son los propios vecinos los que se encargan de adecentar los caminos de sus casas con sus tractores para poder desarrollar las actividades cotidianas. "Imos amañando como podemos", señalan dos vecinas que se afanan por limpiar de nieve una zona frente a su vivienda para poder estacionar su vehículo.

Los fonsagradinos miran al cielo deseando que su paisaje vuelva a teñirse de verde. "Ten que vir a xeada para que leve todo isto", precisan, y advierten de que las precipitaciones tampoco les beneficiarían. "Se chove moito isto será unha pista de xeo".

En esta situación, esperan con anhelo que el tiempo les acompañe para que las huellas de este temporal desaparezcan cuanto antes.

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