Zan: "Nos esperan los días más duros en los cuarenta años de la fábrica"

Los trabajadores de Alcoa en San Cibrao viven "con incertidumbre" las últimas jornadas antes de que acabe el plazo del Ere, con la esperanza de que se cierre una venta sin apagar las cubas
Trabajadores de Alcoa en una protesta realizada.JOSÉ MªÁLVEZ
photo_camera Trabajadores de Alcoa en una protesta realizada.JOSÉ MªÁLVEZ

Los trabajadores de Alcoa en San Cibrao viven con "incertidumbre" los escasos días que quedan para que, si nadie lo remedia, se consume el Ere, según explicaba sábado el presidente del comité, José Antonio Zan, sobre unas jornadas que se atisban muy intensas con reuniones con la empresa, con el potencial comprador y esperan también que de la mesa multilateral. "Nos esperan, lunes y martes, los días más duros que hemos vivido en los cuarenta años de existencia de esta fábrica", decía el sindicalista al cierre de la concentración de Santiago.

Tanto mañana como el martes hay reuniones de la negociación del Ere, cuyo plazo termina ese último día. "Estamos con la incertidumbre de saber qué va a pasar, si vamos a ser despedidos o si va a haber la oportunidad de que Alcoa levante el Ere o venda la empresa", comenta, aunque lamenta que hasta el momento la multinacional "no ha buscado en la negociación del Ere soluciones al empleo, a las instalaciones y a la producción. Está en contra, quiere acabar con la producción y con los empleos bien de forma directa o diferida, aplazándolo unos meses", dice Zan, quien insiste en que "una vez se paren las cubas no habría solución".

Los representantes de los trabajadores solicitaron por escrito una reunión de la mesa multilateral, donde creen que se debe abordar este problema, con la participación de los gobiernos central y autonómico, Alcoa y el Trabajadores de Alcoa en una de las protestas realizadas. "Sabemos que se están moviendo, que hay contactos al más alto nivel", apuntaba Zan, con la esperanza de que se celebre cuanto antes, si puede ser mañana, día en que también habrá reuniones entre directivos de la empresa interesada, Alvance, con la Xunta y con el propio comité en Santiago. "Queremos conocer el plan industrial y energético", dice el presidente del órgano sindical, que desconoce de qué forma tiene previsto esta empresa introducir el hidrógeno verde en la fábrica, como avanzó el Gobierno.

Zan teme que Alcoa no querrá vender a esta filial de Liberty House "por ser un competidor" y no desea un proceso como el que vivieron A Coruña y Avilés, que a su juicio "fue un auténtico timo por parte de Alcoa". Estos días precisamente se cumple un año de la transacción, sin que se haya retomado la fabricación de aluminio y con problemas derivados de la reventa posterior de las fábricas.

Sobre la venta de las instalaciones de San Cibrao, que Alvance querría comprar al completo, con la planta de Alúmina, desde el comité consideran que es lo más sensato. "La fábrica es un conjunto, no se puede dividir como Alcoa quiere. Hay que vender en conjunto y darle una viabilidad también a la planta de Alúmina en el futuro", señala. Ambas fábricas comparten además servicios e instalaciones como el puerto.

Los ánimos, sin embargo, no decaen y los representantes de los trabajadores aseguran que van a "salir adelante victoriosos" y que lo harán por sus hijos, "por la tercera generación del aluminio, y por toda A Mariña".

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