La presencia del yate de lujo Vive la Vie en la playa de Covas desde las diez de la mañana del jueves sorprendió a los habituales del arenal, que vieron como el pasaje, compuesto por al menos una familia y otro matrimonio de Suiza, descendía de la embarcación para desplazarse en una lancha hasta el puerto deportivo de Viveiro, donde les facilitaron un sitio para desembarcar. El viernes por la mañana se marchan temprano.
El Vive la Vie, con bandera de las islas Caimán, tiene una eslora total de 59,4 metros por 11,42 de manga. Construido para un acaudalado empresario farmacéutico suizo en el año 2008 por la naviera alemana Lürssen —mismo astillero que fabricó el de Bill Gates—, el yate puede contratarse para cruceros de lujo privados, como el que este jueves recaló en la ría vivariense, del mismo modo que antes lo hizo en otros puntos del país y del mundo. El miércoles hizo escala en Santander tras partir de Francia.
Dos motores Caterpillar de 1.455 kilovatios cada uno mueven este barco y le permiten alcanzar una velocidad máxima de 15,5 nudos. Los oficiales son de nacionalidad británica y la marinería indonesia. Precisa de un calado de 3,5 metros, por lo que pudo fondear sin problema bajo la guía del práctico, Andrés Díaz Ferro.
El megayate tiene todas las comodidades de una mansión, desde un salón a una sala de juegos pasando por gimnasio o comedor, cuya mesa puede elevarse dejando libre el espacio para una pista de baile. Al acceder a su vestíbulo se aprecia un ascensor de cristal con una escultura. La zona vip está al lado de la piscina. La suite del propietario tiene forma redonda y la cama colocada sobre una plataforma circular gira en el centro, lo que favorece el disfrute de las vistas del entorno a través de las ventanas. En el techo tiene paneles de oro y lámparas de diseño.
