La Xunta estima que en Viveiro cayeron 30 litros por metro cuadrado en apenas 15 minutos

El delegado territorial de la Xunta de Galicia en Lugo, José Manuel Balseiro, informó este lunes de que la tromba de agua que el domingo inundó las calles de Viveiro y provocó la muerte de una mujer fue el resultado de unas precipitaciones con una "intensidad extraordinaria" en la que llegaron a caer casi 15 litros por metro cuadrado en solo diez minutos y que hicieron que el "desbordamiento del río" Labrada fuese "inevitable".

Balseiro hizo estas declaraciones en la tarde de este lunes, en el transcurso de la visita que realizó a Viveiro para supervisar los trabajos de limpieza que se están llevando a cabo en la localidad después de la tromba de agua que el domingo inundó calles, locales comerciales, bares y viviendas particulares, arrastró coches que estaban estacionados en la vía pública y dejó carreteras prácticamente intransitables.

El delegado territorial informó de que en la estación meteorológica de Penedo do Galo, próxima a los lugares afectados por la tromba de agua, quedaron registradas precipitaciones que llegaron a los 80 litros por metro cuadrado en apenas tres horas.

De hecho, precisó que en solo treinta minutos, entre las 21:40 y las 22:10 horas, cayeron en la zona afectada 30 litros por metro cuadrado, con un pico de 14,8 litros por metro cuadrado en tan sólo diez minutos, en el tiempo comprendido entre 21:50 y 22:00 horas.

"Los datos muestran una intensidad extraordinaria" en un cauce "pequeño, sin capacidad para evacuar todo el agua caída", dijo Balseiro, quien precisó que unas precipitaciones tan copiosas hicieron que "el desbordamiento del río fuese inevitable".

Además, recordó que en las previsiones meteorológicas de este fin de semana no se contemplaba un fenómeno meteorológico de esas características y, por lo tanto, en ningún momento se avisó sobre unas lluvias con la intensidad con la que cayeron sobre Viveiro.

Por ello, el delegado afirmó que, una vez terminados los trabajos urgentes, para que la normalidad pueda regresar a la localidad lo antes posible, habrá que investigar las causas de lo sucedido con la participación de todas las administraciones competentes, con atención a aspectos como la presión urbanística, infraestructuras que obstaculizaron el paso del agua y posibles desprendimientos.

"No debemos precipitarnos, ni buscar culpables, sino ofrecer soluciones", dijo Balseiro, quien en todo caso incidió en que un análisis posterior de lo ocurrido "servirá para mitigar los riesgos en el futuro".

De hecho, precisó que recientemente Aguas de Galicia inspeccionó el río y realizó tareas de limpieza en las partes del cauce en las que consideró que era necesario actuar.

Aún así, reconoció que esos trabajos de limpieza no garantizan la seguridad total, porque "la fuerza del agua arrancó árboles completos y no solo ramas".

En todos momentos, subrayó, están trabajando sobre el terreno efectivos de los diferentes servicios de emergencias, pero también personal de Augas de Galicia, de la Axencia Galega de Infraestruturas y de Medio Ambiente, con la maquinaria y los medios materiales necesarios para realizar su trabajo.