La conselleira de Política Social, Fabiola García, visitó en la mañana de ayer la residencia de mayores de Burela, la única propiedad de la Xunta de Galicia en la comarca mariñana, y donde además de departir un buen rato con los usuarios anunció que se llevarán a cabo nuevas obras para mejorar el aislamiento térmico de la habitaciones, para lo que se procederá al cambio de la carpintería exterior. Unos trabajos que cuentan con un presupuesto cercano a los 20.000 euros.
Una inversión a la que, recuerda la conselleira, hay que sumar los más de 40.000 euros aportados en esta legislatura, con 17.000 en equipamiento en 2016 y más de 24.000 en diversas obras menores a lo largo del pasado año.
La residencia burelesa cuenta con 88 plazas, treinta de ellas para personas dependientes y el resto para autónomos. Con varios de ellos tuvo oportunidad de charlar la conselleira durante su visita, en la que estuvo acompañada por el delegado de la Xunta de Galicia en Lugo, José Manuel Balseiro.
CALIDAD. Fabiola García, que tras su visita a Burela se desplazó hasta la residencia de mayores de San Cibrao, destacó la "calidade asistencial" de ambos centros, al tiempo que recordó que "hoxe en día a conciliación familiar non afecta unicamente ao coidado dos máis pequenos da familia, senón tamén á atención ás persoas maiores", polo que resaltó la importancia de "ofrecer servizos de alta calidade para que poidan pasar esta etapa das súas vidas nas mellores condicións sen repercutir na vida laboral das súas familias", apuntó la responsable del área de Política Social de la Xunta.
La gestión del centro residencial municipal cervense fue adjudicada desde su apertura a la ONG Mensajeros de la Paz. Una entidad sobre la que la conselleira destacó el trabajo que lleva a cabo en el cuidado de los mayores. Al tiempo, recalcó lo que a su juicio es "a importancia da coordinación entre as entidades sociais e as administracións públicas para mellorar os servizos e recursos que se poñen á disposición das persoas de máis idade".
