Xunqueira, un barrio por reconstruir

El Concello de Viveiro espera tener ayudas de otras administraciones para reponer la larga lista de bienes municipales afectados por la riada

Barreras para proteger las casas si sube al río. J. Mª ÁLVEZ (Xunqueira, Viveiro)
photo_camera Barreras para proteger las casas si sube al río. J. Mª ÁLVEZ

Una semana después de la riada sin precedentes conocidos que se llevó todo lo que pilló a su paso en Xunqueira –donde falleció una mujer al entrarle el agua en su casa–, el barrio vivariense ya externamente limpio afronta a partir de ahora una fase de recuperación de los daños, que son muchos en bienes tanto particulares como públicos.

Con el inventario de los desperfectos todavía por finalizar, el Concello de Viveiro asume que para la reparación de los bienes municipales afectados hará falta una cuantiosa inversión. "Esperemos que outras administracións nos boten unha man", apunta el concejal de medio ambiente, Jesús Fernández Cal.

El edil entiende que, con independencia de que se solicite la declaración de zona catastrófica una vez evaluados todos los daños, "unha e outra administración –Xunta y Diputación– nos terán que botar unha man, porque vale moito diñeiro repoñer todos os desperfectos. Para poñer todo como estaba inicialmente teremos que ter algunha axuda", dijo.

Los técnicos municipales cuentan con el apoyo de un técnico provincial para la valoración de los daños de la riada, que se concentran en buena parte en Xunqueira, aunque también los hubo en las áreas urbanas de Viveiro y Covas y en otras zonas como A Carreira en Magazos, donde el agua se llevó un puente y parte de un vial. En un primer balance el Concello cuenta como afectados, entre otros, 24 viales, diez calles peatonales, once puentes, edificaciones como el lavadero de Ponte Labrada en la ciudad, numeroso mobiliario urbano, alumbrado público y redes de aguas y alcantarillado, que está tupido en algunas zonas por el lodo, por lo que el Concello solicitó a la Xunta un camión cisterna para limpiar los atascos.

Algunos vecinos todavía no han podido regresar a sus casas, ya que en algunas el agua y el lodo dejaron inservibles todos los enseres de las plantas bajas

En cuanto a los vecinos, algunos todavía no han podido regresar a sus casas, ya que en algunas el agua y el lodo dejaron inservibles todos los enseres de las plantas bajas, y continúan en viviendas de familiares. El Concello no recibió ninguna petición de alojamiento y mantiene abierta en la segunda planta del consistorio la oficina para que los afectados declaren sus daños y puedan optar a ayudas estatales. En la primera semana recibió unas 140 consultas.

Por otro lado, tras el susto del sábado por la noche por la crecida del nivel del río a causa de las lluvias, la calma regresó con la luz del día al barrio, en cuyas calles se veían más caminantes curiosos que vecinos. En el Camiño da Ponte, donde el río amenazaba con desbordarse ya que el cauce estaba lleno de piedras y tierra arrastradas por la riada –entre otros, de muros y de una presa del siglo XVII–, el Concello dragó un tramo y colocó unas grandes sacas de arena que hacen de barrera para evitar mayores problemas.

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