"Vivimos algo moi excepcional, pero nunca estivemos en perigo"

Adrián Canoura, el burelés integrante de Baiuca, vuelve a casa a cargar pilas tras quedar atrapado en Sudán por un golpe de estado
Canoura junto a Baiuca y sus compañeros, en Barajas. @BAIUCA
photo_camera Canoura junto a Baiuca y sus compañeros, en Barajas. @BAIUCA

"Vímonos afectados por algo excepcional, que só se ve nas películas pero a verdade é que nunca estivemos en perigo, e o que tiñamos era algo de inquietude pola falta de comunicación coas nosas familias, porque cortaron as comunicacións e non había internet", recuerda Adrián Canoura, el joven burelés que con Baiuca se quedó atrapado en Sudán durante el golpe de estado que sufrió el país africano.

A pesar de ello, y haciendo una lista con un par de contactos cada uno, se pudo llamar a todas las familias y tranquilizarlos, "porque ás veces se tende a dramatizar".

De camino a Burela, donde pasará unos días de descanso, Canoura espera recargar las pilas para las actuaciones que retomará con Baiuca la próxima semana, algo que les apetece a toda la formación tras su viaje a Sudán.

Allí acudieron para participar en el festival Sama, que reunió durante casi todo octubre a diversos grupos de países europeos, pues son las embajadas extranjeras las que promueven desde hace años esta actividad, tutelando para que el año próximo la producción fuera íntegramente sudanesa.

Fue, precisamente, contar con el paraguas de la embajada, lo que hizo que los cinco integrantes del grupo que acudieron al país africano -el músico Alejandro Guillán, el percusionista Xosé Lois Romero, la cantareira Andrea Montero, el técnico de sonido Alfonso García y el responsable audiovisual Adrián Canoura, el único mariñano de la expedición- pasaran todo el encierro tranquilos, en las dependencias de la sede española en Jartum, la capital del país, con el cónsul -el embajador estaba en España- y los responsables de la seguridad, que son policías. "Todos foron moi atentos e estivemos ben coidados en todo momento", asevera el cineasta burelés.

Baiuca apenas pudo conocer nada del país ni tener contacto con el resto de los grupos, pois "chegamos o domingo porque tiñamos a actuación o martes, que era o último día do festival, que pechábamos nós". Sienten no haber podido actuar en una experiencia "que nos apetecía moito e da que nos tiñan falado moi ben, pois aos grupos estranxeiros súmanse tamén bandas locais", cuenta el burelés. Canoura se encarga de toda la parte audiovisual, que tiene una gran importancia en los conciertos de la formación, donde los ritmos tradicionales gallegos se fusionan con música electrónica.

Los cinco jóvenes pasaron las jornadas tratando de entretenerse "cos xogos que nos inventabamos", pero no pudieron jugar a las cartas porque "non tiñan baralla na embaixada e eu boteina de menos", cuenta Canoura, desdramatizando esos momentos en los que su máxima preocupación fue centrarse en cómo volver al estar cerrado el aeropuerto.

Finalmente, llegaron el domingo tras un "tedioso" viaje de cerca de 40 horas, pasando por Etiopía, Italia y Madrid, donde Adrián pudo abrazar a sus padres que estaban allí, antes de regresar a Burela, donde contaba llegar este miércoles.

"OTRO CONFINAMIENTO". El creador de Baiuca Älex Guillán, coincide con su amigo burelés en que "estuvimos en muy buenas manos. Estábamos dentro del mejor sitio posible para estar allí", aseguró, y recordando que su encierro en la embajada fue como "volver a vivir un confinamiento". Y es que aunque "no fue una fiesta, tampoco fue un infierno" y a medida que pasaron los días, según Guillán, pudieron incluso desentenderse de la evolución del conflicto y aprovechar para tocar música. Todo ello con la incertidumbre de no saber cuándo iban a dejar el país y volver a casa.

"Nos volvimos teniéndonos aún más cariño unos a otros. No es fácil convivir en una situación así, pero nos unió", asegura el músico, en relación con el resto de integrantes de la banda, y considera que experiencias como esta lo hacen más consciente de qué es importante en cada lugar. "En Sudán había alguna gente con mascarilla, pero no se veía que fuera lo prioritario obviamente", dice.

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