La ciudad del Landro emprende este jueves su viaje de vuelta al pasado para disfrutar de la undécima edición del Mercado Renacentista, con la que las calles del centro cambian su cara habitual para sumergirse durante cuatro días en un escenario propio del siglo XVI. La actividad empezará a las seis de la tarde con el inicio de las actividades de animación y la apertura de los puestos instalados, que serán cerca de un centenar, tanto locales como de otras regiones españolas.
Los puestos son "un 20 por ciento más que en la anterior edición", según apunta la concejala de cultura, Lara Fernández, y abarcan distintos sectores desde la artesanía a la alimentación o los oficios tradicionales como la talla de madera. Una novedad es que este año el mercado amplía su recorrido hasta la Praza da Fontenova para descongestionar las calles, por las que habrá decenas de actividades de animación a lo largo de los cuatro días, con personajes fantásticos, duendes buscando amigos o con la presencia de Phyros, el dios del fuego en la Praza Maior.
El focense Teodoro Moreda contribuyó a la fiesta con la cesión de El Melocotón, un velero de madera de seis metros de eslora
En esta primera jornada del jueves la gastronomía tendrá un papel relevante con el Juepeo Renacentista que impulsa la asociación Centro Comercial Histórico. Trece locales servirán tapas inspiradas en personajes de la época a dos euros y otros cuatro negocios pondrán después cócteles y copas a cuatro euros.
El viernes será uno de los actos más esperados del mercado, el desembarco de Carlos V a las nueve de la noche en la playa de Covas, en la zona de Os Castelos. El emperador vendrá como novedad a bordo de El Melocotón, un velero de madera de seis metros de eslora que dejó para la fiesta Teodoro Moreda, un vecino de Foz.
La gastronomía recobra el protagonismo el sábado con la celebración de las comidas populares al aire libre en las que participan cientos de personas. Este mismo día será otra de las novedades de esta edición, la actuación del coro Tempus Fugit dirigido por Javier Fajardo, que ha preparado para la ocasión un repertorio con melodías profanas basadas en la cultura popular; notas musicales que contarán con el acompasamiento al son de la gaita de David Bellas.
El mercado también tendrá un espacio destacado para los niños, con colchonetas elásticas, barcas de madera, juegos populares inspirados en la época e incluso demostraciones prácticas de oficios como el de las hilanderas, donde les enseñarán todo el proceso de elaboración de la lana.
