Viveiro disfrutó más que Doha

La ciudad del Landro animó a Adrián Ben en una Praza Maior repleta y que vibró con una final memorable

Un corazón colectivo empujó a Adrián Ben desde miles de kilómetros más al oeste. Un impulso de toda una ciudad a orillas del Cantábrico fue el aire que llevó al atleta mariñano a volar hacia el sexto puesto del mundo en 800 metros eternos, que quedarán en el recuerdo de Viveiro. Porque sus ciudadanos tendrán para siempre en la memoria la final de Doha, con los ojos puestos en la pantalla instalada en la Praza Maior.

Gente en la carrera de Adrián Ben. JOSÉ Mª ÁLVEZMedia hora antes de que la pistola del juez diese la salida en la pista de la capital catarí, los viveirenses ya habían llenado la calles con el ánimo a su ciudadano más ilustre. En el cálido aire otoñal sonaban los gritos de "Adri, Adri, Adri". Fueron entonados al unísono, por los vecinos, por los familiares del atleta, por los tres exentrenadores de Adrián Ben — Luis Ramallal, Pedro Esmorís y Felipe Martínez— e incluso por el presidente de la Federación Galega de Atletismo, Isidoro Hornillos.

A las 21.10 horas, con la plaza abarrotada, se notaba la ansiedad por ver si Adrián volvería a hacer la machada, a asombrar al mundo una vez más. Confiaban en que el destino reservase una nueva heroicidad de un chaval de 21 años con la personalidad, la mente y la humildad de un veterano curtido en mil batallas.

Cuando Adrián cruzó la meta en el sexto puesto, los vítores y las palabras de admiración se unieron con las lágrimas de su hermana y el orgullo de sus padres. "Non é porque durma na miña casa, pero estamos falando dun auténtico fóra de serie. Creo que non se lle pode pedir máis porque o fixo de marabilla", comentó Antonio Ben. Tanto él como su mujer y su hija recibieron felicitaciones de los vecinos. "Non sufrín. Sabía que oitavo non quedaba. O home do mazo volveu a aparecer e é sexto do mundo, unha pasada. Está traballando moito porque agora vén un ano moi forte, con Mundial en pista cuberta, Xogos Olímpicos e Europeo ao aire libre, e esperemos que sexa un espaldarazo esta grande actuación", concluyó.

Isidoro Hornillos señaló que Adrián "interpretó muy bien la carrera, porque sabía que no podía ir a ese ritmo". "Fruto de ello pudo recoger víctimas en la recta final", añadió. Por último, dijo que el protagonista "ha hecho historia para el atletismo gallego y español. Ya no es un proyecto, está instalado en la elite mundial". "Hizo un carrerón, tiene la cabeza muy bien amueblada", señaló Pedro Esmorís.

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