Los visitantes alados de A Mariña

Los mariñanos conviven con especies protegidas en zonas de especial conservación de aves y velan por su bienestar

Miñato común. BOURIO
photo_camera Miñato común. BOURIO

La costa oriental mariñana, aunque buena parte también de la de toda la comarca, es zona de especial protección de aves (Zepa). El turismo ornitológico cobra auge, pero lo más importante es la concienciación ciudadana. El barreirense Andrés Bourio es uno de esos mariñanos comprometidos con el medio ambiente. El mes pasado, durante unos trabajos de limpieza en el entorno del río de San Miguel de Reinante, en los que participaba con el seminario de estudios barreirenses Os Espigueiros, rescató un ejemplar de ave rapaz. Era un ratonero o miñato común, especie protegida. El animal no podía alzar el vuelo por una lesión, por lo que estaba postrado en el suelo. Apenas unos días después, otras personas salvaron en la playa de Arealonga a un buitre leonado.

El miñato halló en Bourio y en otros vecinos a sus ángeles de la guarda, ya que lo llevaron a una casa y avisaron al centro de recuperación de la fauna silvestre de O Veral. Finalmente, requirió de varios días de recuperación en las instalaciones Profesor Pereira Espinel, antes de su puesta en libertad. El ave estaba tan desnutrida que hubo que rehidratarla usando una jeringuilla.

La ejemplar actitud demostrada por este vecino de Barreiros fue recompensada con una carta de felicitación del jefe del servicio de Conservación da Natureza de la Xunta en Lugo, Manuel Ernesto García. "Aproveito para lembrar -matiza el titular del departamento- que en caso de atopar animais silvestres feridos ou enfermos, poden chamar ao Centro de Recuperación, no teléfono 982.82.84.41, ou avisar no cuartel da Garda Civil máis próximo".

El buitre leonado presentaba, según Bourio, "signos de agotamiento, posiblemente por haber perdido su rumbo, ya que es un ave que raramente se ve en la Costa y que necesita aprovechar las corrientes térmicas ascendentes para sustentarse en el aire".

En este caso, avisaron al Servicio de Protección da Natureza (Seprona) de la Guardia Civil, que se hizo cargo del ejemplar.

Gracias a la voluntad vecinal y de colectivos ecologistas también han regresado a la ría de Ribadeo las águilas pescadoras. Al menos tres ejemplares viven en la zona en verano e invierno.

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