El virus que te roba el café

Vivarienses y bureleses tienen que buscarse la vida para tomarse sus cafés, ahora solo para llevar
Café para llevar en Viveiro. J.M.ÁLVEZ
photo_camera Café para llevar en Viveiro. J.M.ÁLVEZ

Burela y Viveiro son las dos localidades mariñanas, al menos de momento, que tienen sus locales de hostelería cerrados. Aquí van incluidos, desde luego, los bares de toda la vida, centros de ocio del día a día, pero también de descanso e incluso de alimentación. Ahora todo eso hay que revisarlo porque se acabó lo de tomar café en la mesa de siempre por lo pronto durante unas semanas.

La mayor parte de locales de hostelería cerraron, pero algunos optaron por buscar una salida alternativa que les permita no ya ganar dinero, que saben que no será posible, pero al menos no perder el contacto diario con su clientela y decidieron seguir sirviendo comida o cafés para llevar.

Se trata de la única una forma que tienen de trabajar en este momento y de prolongar una actividad que este año se les está poniendo muy cuesta arriba.

Desde que empezó la pandemia coinciden en que probablemente este sea el peor momento dado que en la primera ola, hasta que empezó la reapertura por fases, fue un periodo que consiguieron salvar.

Pero ahora llegó un largo invierno y la obligatoriedad de cerrar puede suponer para muchos establecimientos un auténtico golpe de gracia.

En el otro lado, para su clientela implica perderse el lugar en el que se pueden tomar el café justo como a ellos más les gusta, o incluso tomarse solo un respiro.

ESTRENO. En el primer día del cierre las calles de Viveiro y Burela ya dejaron ver que se les venía encima un problema. El cierre de la hostelería se nota de forma muy acusada en el día a día de estas localidades. Es habitual ver a gente por la calle con cafés en la mano o, más tarde, comida para llevar, única opción de los restaurantes para conseguir sacar adelante algo de producción.

CIFRAS. Mientras, las cifras de contagio en estas dos localidades continúan oscilando y en Burela el alcalde, Alfredo Llano, reconoció que se encontraban en 39, en tanto que en Viveiro están en 53. De momento, el cierre se cobró una víctima en forma de bar: el Témola Negra de Burela hizo honor a su nombre y este domingo anunció su cierre.

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