"El problema del furtivismo es una lacra constante en la zona y desde las organizaciones pesqueras y la administración autonómica se lucha a diario para tratar de estabilizar y erradicar la situación en la medida de lo posible", dicen desde la cofradía de Celeiro, que recibe ayuda de la Consellería do Mar para la contratación de dos vigilantes y que recientemente también adquirió con cargo al Galp un vehículo todoterreno para esta labor.
El pósito acogió una jornada informativa sobre el proyecto colectivo de cogestión en el ámbito de las cofradías de Celeiro y O Vicedo que permite las contrataciones de los dos vigilantes y de una bióloga para las anualidades de 2020 y 2021, con una ayuda de 52.416 euros procedente del FEMP y de la Consellería do Mar.
Según explicó el patrón mayor, Domingo Rey, el objetivo de este proyecto es "fomentar la gestión sostenible e integral de los recursos marinos y hábitats costeros e el ámbito territorial de las cofradías de Celeiro y O Vicedo", para lo que contratan guardapescas marítimos para vigilancia y control y una bióloga para asistencia técnica y asesoramiento.
Los servicios de vigilancia, expuso, son "básicos para salvaguardar el medio marino y contribuir a la sensibilización medioambiental". Los vigilantes, que usan dispositivos de geolocalización, colaboran con el Servizo de Gardacostas, realizan controles y ayudan a los mariscadores en el transporte de material de cultivo a zonas de simiente, entre otras funciones.
La bióloga elabora y sigue los planes de cogestión de los recursos marinos vivos, realiza controles mensuales de las capturas realizadas por los mariscadores, asume trabajos técnicos -cartografía de hábitats y especies, muestras de campo u observación de especies conspicuas y exóticas invasoras que puedan afectar a los bancos marisqueros- y elabora estadísticas.
"La labor de asistencia técnica es vital por sus controles mensuales y por la evaluación constante de los recursos y la biodiversidad", destacan desde la cofradía. También envía semanalmente a Intecmar muestras biológicas para analizar el estado de las aguas y especies marisqueras, además de formar a los mariscadores en "nuevas competencias vinculadas a una mejor gestión y conservación de los recursos marinos vivos y sus ecosistemas".
