Vicente Fernández el vicedense criador de campeones

Su gusto por las aves, que empezó por los canarios, le ha brindado múltiples premios en concursos nacionales
Vicente Fernández, en su aviario de periquitos. ÁLVEZ
photo_camera Vicente Fernández, en su aviario de periquitos. ÁLVEZ

De casta le viene al galgo, un dicho que se puede aplicar al vicedense Vicente Fernández Iglesias, criador de aves, afición que heredó de su padre, quien tuvo canarios a pequeña escala. Hasta el momento logró criar más de 20 variedades de aves, aunque su especialidad son los periquitos.

Empezó hace 40 años con los canarios, siguiendo la tradición paterna, y después tuvo jilgueros, diamante mandarín, agapornis o gorrión de Java, entre otros. ''Este ano trouxen unha parella de ninfas e tamén teño tórtolas'', asegura. Todo comenzó en 1980 por la curiosidad de saber cómo criaban y se comportaban, ''porque me gustaban moito''.

Desde que en 2010 dispuso de más tiempo para dedicarles, Vicente enfocó su actividad hacia los periquitos porque ''era a ave que máis me gustaba polo seu colorido''. De la cría dio el salto a la competición. Su primer concurso y también la primera victoria fue en el campeonato regional gallego que organiza la Sociedad Coruñesa de Canaricultura, Venció con uno de color azul opalin.

Animado por ese triunfo se puso manos a la obra para conseguir reproductores de mayor calidad a fin tener una línea propia, que logró colaborando con otros criadores de Galicia y Andalucía. Así, se hizo con cuatro o cinco parejas idóneas. Esto le llevó a intentar en 2011 el asalto al campeonato de España que se celebra en Talavera de la Reina (Toledo).

La participación dio fruto con dos medallas de oro y otras tantas de plata. Hoy es el criador más galardonado de todas las ediciones. Solo en 2017 obtuvo once medallas: cinco de oro, tres de plata y otras tantas de bronce. También acude a los certámenes de la Unión Ornitológica Val do Miñor, en Baiona, y al Campeonato del Noroeste, en O Grove.

Vicente también participó en 2019 en el Mundial de Portugal, logrando dos cuartos puestos. Este año será en Alicante en enero de 2022 y tiene pensado acudir.

Los concursos son generalmente en noviembre y diciembre. ''É cando todos os paxaros están en perfectas condicións de plumaxe, coa muda feita e as plumas ben''. De hecho, los jurados valoran el color, el plumaje, la talla, la forma y la postura. ''Como nas modelos'', apunta. Suele presentar entre 20 y 25. Dice que la experiencia es importante a la hora de saber si un ave tiene posibilidades.

El criador vicedense casi tiene una colonia en sus aviarios, donde los pájaros crían de febrero a julio. Dice que actualmente tiene más de 80 periquitos, pero solo unos 25 sirven para los concursos, ''porque teñen que estar perfectos, se non pérdese a viaxe''. Los criadores de esta especie cada vez proliferan más en Galicia, según Vicente, quien asegura que ''cada dous anos é necesario meter sangue novo no aviario''.

CUIDADOS. Los periquitos requieren cuidados especiales y alimentación, cuyo ingrediente principal es el mijo mezclado con complementos. El criador también les da verduras y frutas. Comen lechuga, zanahoria, acelgas, espinaca, apio y brócoli. ''Non hai que abusar da leituga para evitar a diarrea, e cando teñen crías novas doulles ovo cocido mesturado cun pouco de pan'', precisa.

Fernández también procura que estén cómodos, por eso cada pareja tiene jaulas de un metro y voladeras grandes, de unos ocho metros cuadrados, para que cojan fuerza. El periodo de incubación, que asume la hembra, dura 18 días, ponen de cuatro a seis huevos, y al mes y medio ya pueden independizarse de los padres. El proceso de cría es lo que más le atrae. Presume de tener buena mano con ellos. También tuvo pavos, patos e hizo cruces.

Vicente confiesa que algunos días acaba cansado y piensa en dejarlo ''pero como me gustan, non o deixo''. La limpieza supone un trabajo adicional, los martes y los viernes dedica tres horas solo a acondicionar los periquitos. ''Todos os días hai que mirar deles, vixiarlles a auga, anillar as crías aos oito días, senón despois xa non se lles pode poñer''.

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