Vestas sube hasta 20 los trabajadores que se quedarían en Viveiro

Para el comité este gesto solo pretende ser un lavado de imagen y sigue reclamando una solución para que los 115 puedan continuar en Chavín
Protesta de los trabajadores de Vestas. EP
photo_camera Protesta de los trabajadores de Vestas. EP

Las cinco horas que duró la reunión de este viernes del periodo de consultas del Ere en Vestas no sirvieron para acercar posturas entre las partes. Según trasladó el comité, la empresa propuso ampliar el periodo de negociación una semana más y subir de 10 a 20 el número de trabajadores que se quedarían en la fábrica de Chavín —al resto los recolocaría en otros centros—, sin embargo los representantes sindicales insisten en una solución global en el marco de la mesa industrial con las administraciones, que el lunes vuelve a reunirse.

El presidente del comité, David Mariño, explica que ellos querrían una prórroga "dun mes ou dous" para dar tiempo a la mesa industrial a trabajar en la búsqueda de un comprador para la fábrica y pidieron a la empresa esperar al lunes antes de dar una respuesta, sin embargo cree que la multinacional "non vai esperar e vai prorrogar unha semana máis o periodo de consultas unilateralmente".

Considera que esta medida tiene como objetivo "dar imaxe de boa fe pois Vestas está unicamente interesada en armar a defensa contra unha decisión xudicial e durante esta semana vainos acosar a reunións para que pareza que negociou moito con nós".

Los representantes sindicales intentaron razonar con la empresa el motivo por el que no se puede fabricar en Chavín "unha parte da produción que está medrando de maneira significativa e seguirá a medrar nos próximos anos. Pero nada, Vestas quere matar a produción en Viveiro si ou si", lamenta Mariño.

Añade que "a falta de cinco minutos para rematar a reunión" los representantes de la empresa les presentaron una lista con 20 puestos de trabajo de nueva creación "en tarefas relacionadas cos servizos", para continuar en Chavín, mientras que el resto de los 115 empleados propone reubicarlos a nivel nacional e internacional.

La solución, insiste el presidente del comité, pasa por "unha intervención política como pode ser unha venda a un investidor externo".

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