Vestas declina ampliar las consultas del Ere y la última reunión termina en desacuerdo

Los trabajadores decidieron rechazar el plan social y de recolocaciones que planteaba la multinacional, que ahora dispone de quince días para comunicar su decisión sobre la fábrica
Trabajadores de Vestas en el exterior del hotel donde se celebraron las reuniones del Ere. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Trabajadores de Vestas en el exterior del hotel donde se celebraron las reuniones del Ere. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Finalmente la de este lunes sí fue la última reunión del periodo de negociación del Ere en Vestas, ya que la empresa declinó ampliar el plazo hasta el 31 de diciembre para dar tiempo a buscar un comprador, como le demandaban tanto los trabajadores como las administraciones. Los operarios por su parte rechazaron negociar el plan social y decidieron en una votación denunciar el expediente en el juzgado.

La reunión que había empezado a las cuatro de la tarde se extendió hasta la madrugada en el complejo Las Sirenas de Covas, con la gran mayoría de los trabajadores esperando noticias desde el exterior del establecimiento con el corazón en un puño y los nervios a flor de piel. Los representantes sindicales salieron a comentarles el avance de las negociaciones, que no iban por buen camino por la negativa de la empresa a ampliar el plazo de negociación para que la mesa industrial trabajase en la búsqueda de un comprador para la fábrica. También les indicaron las opciones que tenían en ese momento, que eran o bien negociar un plan social con las mejores condiciones posibles o rechazarlo y dejar que la Justicia decida sobre la validez del expediente. En una votación en urna, acordaron denunciar el Ere como fraudulento.

"Estamos rematando a mesa laboral e non hai acordo. Foi unha xornada longa e tensa", indicaba al filo de la medianoche el presidente del comité, David Mariño, en un comunicado a los medios. "A empresa non presenta novidades despois dos anuncios da mesa laboral sobre posibles investidores e non plantexa en absoluto ampliar o Ere como se lle recomendou activamente na mesa industrial", añadía el sindicalista, que daba por cerrada esta etapa "á espera de saber como actuarán as administracións, logo de ver a mala fe coa que executa este proceso Vestas".

La empresa dispone ahora de quince días para comunicar a los representantes de los trabajadores su decisión sobre la fábrica y la plantilla, y podría empezar a ejecutar los despidos si así lo considera. Antes había planteado a los trabajadores reconvertir Chavín en un centro dedicado a tareas de operación y mantenimiento con empleo para al menos 24 personas a partir del 1 de enero de 2022 y al resto ofrecía recolocaciones en otros centros, con planes de formación para adecuar sus perfiles a los nuevos puestos y planes de recolocación para quienes fuesen al paro.

Sin embargo los representantes sindicales nunca confiaron en estas medidas para "minimizar" el impacto del Ere y siempre defendieron que querían una solución global para el conjunto de los 115 trabajadores de la fábrica, como podía ser la venta de la planta si Vestas no quería seguir operando en ella. La empresa afirmaba estar dispuesta a facilitar la venta y la mesa industrial trabajaba en la búsqueda de compradores, con el interés de una novena firma hace pocos días.

La conselleira de Emprego. María Jesús Lorenzana, aseguraba en una entrevista radiofónica que estaban "vigilantes" con la tramitación del Ere. "Llevamos tres requerimientos a la empresa porque vemos que la negociación está siendo nefasta", decía, para insistir a la multinacional en la necesidad de ampliar el plazo de consultas, aunque ya lamentaba antes de conocer el resultado de la reunión de ayer que "se niega a dar más tiempo y quiere cerrar a toda costa el despido colectivo".

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