La carabela Vera Cruz, una réplica de los navíos portugueses de los siglos XV y XVI, hizo una "parada técnica" en el muelle de Celeiro este martes dentro de su ruta hacia el mayor encuentro de grandes veleros a nivel mundial, la Armada de Ruan en Normandía.
El barco salió el domingo de Matosinhos (Portugal) y paró en Celeiro hasta esta mañana para reponer combustible, agua o víveres, según indica el vivariense Manuel López, el único español en la tripulación junto a 15 portugueses. La próxima escala la harán en Guernsey, "unha illa á entrada do Canal da Mancha" y navegarán por el Sena para hacer la siguiente parada en Honfleur, donde la Vera Cruz se unirá a dos navíos españoles, la Nao Victoria que pudo visitarse hace poco en Ribadeo y el Galeón Andalucía "para facer a entrada xuntos en Ruán".
Allí permanecerán diez días, del 8 al 18 de junio, en un encuentro de 45 grandes barcos de todo el mundo que estarán amarrados en el muelle del Sena. El evento, que se organiza cada cuatro años, es un acontecimiento marítimo internacional único, con seis millones de visitantes, más de 30 nacionalidades representadas y cerca de 7.000 marineros.
"O barco é unha embaixada de Portugal alí. Imos estar abertos ao público e contar a historia dos descubrimentos portugueses, que son unha parte da historia da humanidade", apunta López. La Vera Cruz, propiedad de la asociación Aporvela, se dedica a difundir la cultura marítima lusa y es una réplica de las carabelas que llevaba Bartolomeu Dias en 1487 cuando buscaba la ruta de las Indias para el comercio de las especias.
Esta es la tercera parada que realiza la Vera Cruz en Viveiro. Las dos anteriores fueron en septiembre del 2022, en su viaje de ida y vuelta a Getaria para participar en la conmemoración del 500 aniversario de la primera vuelta al mundo, y en esa ocasión estuvo abierta al público y recibió cientos de visitas en Celeiro. "É a terceira vez que vimos a Viveiro polo ben recibidos que somos", dice Manuel López, que agradece especialmente al expráctico del puerto, Andrés López; a la consignataria, Nieves Pernas, y al Concello.
