Los vecinos del número 6 de la calle Mar Cantábrico de Burela afectados por una orden de desahucio de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, conocida como Sareb, confían en que las gestiones emprendidas por el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) tras conocer la situación den sus frutos y pongan fin al problema que sufren.
Así lo explicaron los afectados tras la última comunicación mantenida con el director del IGVS, Heriberto García, "na que nos solucionou moitas das dúbidas que tiñamos e nos comunicou que se encargarían da situación porque a Sareb non nos pode botar das nosas casas", subrayan.
Según explicaba la semana pasada el responsable del organismo autonómico después de mantener un encuentro telemático con responsables de la Sareb, la sociedad reconoce que hasta finales de 2029 las viviendas deben seguir en régimen de alquiler bajo protección pública. De esta forma tampoco se pueden vender, tal y como intentó hacer la sociedad con algunos de los pisos. "Según nos explicou os contratos de venda serían nulos porque non é legal vender as nosas casas", aseguran los vecinos.
Además, la Sareb no puede dejar sin ascensor el edificio, cuyo contrato se acaba este mes, y tampoco sin comunidad, sin la que ya llevan años. "Díxonos que se volvería reunir coa Sareb para pedir explicacións polas chamadas telefónicas nas que nos comunicaban a data de desahucio", señalan.
Y es que hace unos días que todos los inquilinos, excepto dos, recibieron llamadas telefónicas para indicarles la fecha en la que tenían que abandonar sus viviendas y conminándoles a comunicar por burofax la salida. Algunos de los afectados ya decidieron tirar la toalla y dejar sus casas hace algunas semanas.
