Un vecino de Viveiro pide ayuda para encontrar a su hermano en Paraguay

Aurelio Amarillo, que vive en la ciudad desde hace 13 años, avisó al Concello de la desaparición

Aurelio Amarillo, en la Praza Maior de Viveiro. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Aurelio Amarillo, en la Praza Maior de Viveiro. JOSÉ Mª ÁLVEZ

"No sabemos en qué puerta tocar", explica desolado Aurelio Amarillo Masiel, natural de Paraguay pero que lleva trece años en Viveiro, para explicar las gestiones que están haciendo, aquí y allá, para tratar de localizar a su hermano Gerónimo, del que no tiene noticias desde el pasado domingo.

El último trámite lo realizó este viernes ante el servicio de inmigración del Concello de Viveiro donde, dice, se comprometieron a comunicar su caso a la embajada, con el fin de acelerar las gestiones para tratar de dar con el paradero de su hermano, de 43 años de edad.

Aurelio descarta totalmente una desaparición voluntaria, tanto por el carácter abierto de Gerónimo como porque salió con lo puesto de la vivienda que comparte con sus padres, ya muy mayores "y que lo están pasando muy mal, mi padre está algo más fuerte, pero mi madre está muy tocada, porque es además la que maneja todo en casa, para lo que todo ayudamos en lo que podemos".

A pesar de la distancia que los separa, los hermanos mantienen muy buena relación y se vieron hace dos años la última vez

El pasado domingo fue el último día que le vieron y también el último que desde Viveiro Aurelio pudo hablar con él, pues mantiene la costumbre de hablar con sus familiares los fines de semana a la mañana.

CONFLICTO. Saben que algo preocupaba al desaparecido y que tiene que ver con una agrupación con la que colaboraba, que ayuda a gente con problemas, "como a los jóvenes que están enganchados a las drogas para ayudarles a salir y buscarles un empleo. Una iglesia en la que estaba al frente un coreano, al que relevó tras fallecer como líder su hijo, con el que mi hermano no se entendía muy bien", relata el vecino de Viveiro, quien se confiesa amargado que la falta de noticias. "Nos tiene a todos muy mal parados", cuenta, aludiendo a la preocupación que se extiende a toda la familia del desaparecido.

Toda ayuda es poca, así que las gestiones que desde Paraguay están realizando sus otros dos hermanos que residen en el país, incluida la denuncia de la desaparición a las 24 horas de su falta, se suman los trámites que está iniciando Aurelio, con la esperanza de que todo quede en un susto, aunque la falta de noticias les hace ser cada vez más pesimistas, pues "si fuera un secuestro creemos que ya se habrían puesto en contacto con la familia", aseveran el hermano desde la ciudad del Landro.

Además del apoyo de las autoridades, Aurelio cuenta en Viveiro con el respaldo de amigos y su inmensa fe, que le hace permanecer sereno en estas angustiosas horas. "Soy creyente y practicante", cuenta, una religiosidad que le lleva a volcarse en la Semana Santa de la que participa en Viveiro con la VOT y muchos lo conocerán porque suele portar el estandarte.

Una ciudad a la que llegó de la mano de otro hermano, que ahora está en Finlandia, donde trabaja para una firma española. A pesar de la distancia que separa a los cinco hermanos, todos guardan muy buena relación.

A los tres que residen en Paraguay y a sus progenitores hace dos años que Aurelio no los ve, pues no es fácil viajar más a menudo. En la última estancia en su país lo encontró bien, "con las cosas mejorando", dice.