La vecina de Viveiro acusada de yihadismo niega que fuese a atentar en Santiago

Los forenses aseguran que tiene una personalidad de tipo excéntrico pero que no sufre ninguna enfermedad mental
Lucía E.C., la vecina de Viveiro juzgada en la Audiencia Nacional. FERNANDO ALVARADO
photo_camera Lucía E.C., la vecina de Viveiro juzgada en la Audiencia Nacional. FERNANDO ALVARADO

La vecina de Viveiro acusada de yihadismo ha negado en el juicio que planeara cometer el 25 de julio de 2018 en Santiago de Compostela una masacre como la del atentado de 2017 en Las Ramblas de Barcelona, atropellando a una multitud de personas con una furgoneta.

La Audiencia Nacional ha celebrado este martes el juicio de Lucía E.C., para quien el fiscal ha pedido dos años y dos meses de prisión como presunta autora de un delito de autoadoctrinamiento terrorista con la circunstancia atenuante de trastorno de la personalidad con rasgos de excentricidad.

La acusada ha reconocido que tenía la foto de Dáesh en su perfil de Facebook y que consultó imágenes y contenidos yihadistas pero ha asegurado que lo hizo para entretenerse en un momento en el que se sentía sola y triste y estaba enganchada al móvil y que no las veía para prepararse para cometer atentado alguno. "No tenía intención de hacer nada de lo que se me acusa", ha apostillado.

"No tengo la cabeza del todo bien, no recuerdo las cosas"

Igualmente la procesada, cuyo abogado ha pedido la absolución, ha negado que intentara alquilar una furgoneta para cometer el atentado.

Preguntada por qué remitió una carta a un preso que se encontraba en una cárcel lucense y que estaba en especial seguimiento al poder ser una persona radicalizada dentro de la prisión, ha asegurado que no sabía por qué cumplía condena y que se la envío porque se enteró que era musulmán y ha añadido: "Me dio por ahí".

En un momento del interrogatorio la acusada le ha indicado al fiscal: "No tengo la cabeza del todo bien, no recuerdo las cosas".

En la vista ha declarado de forma oculta y con la voz distorsionada como testigo protegido una persona que en junio de 2018 denunció en el cuartel de la Guardia Civil de Viveiro, localidad de residencia de la acusada, los planes que esta le manifestó.

"Me dijo que quería cometer un atentado el 25 de julio -Día de Santiago- en Santiago de Compostela y que iba a ser similar a los atentados de Barcelona, con una furgoneta o un coche que iba a alquilar y que ella conduciría y que además iba a intentar buscar a más gente para que la ayudaran", ha manifestado el testigo protegido. Ha añadido que la acusada también le comentó que tenía le intención de viajar a Siria para incorporarse al Dáesh.

17.130 IMÁGENES. Uno de los guardias civiles que han testificado ha recordado que en el móvil de la acusada encontraron 17.130 imágenes de contenido yihadista y doce contactos a través de Facebook con personas que tenían iconografía de Dáesh, a las que pedía amistad, alguna de ellas considerado miembro del Estado Islámico.

Ha añadido que en internet realizó búsquedas con palabras como "Estado" (de Estado Islámico), "Santiago de Compostela" y "alquiler de furgoneta", así como de mapas de la capital gallega.

Ha precisado que la acusada ya venía siendo investigada por la Guardia Civil al detectarse el contenido de su perfil de Facebook y que fue objeto de más seguimiento a raíz de la denuncia del testigo protegido hasta que finalmente la detuvieron el 3 de octubre de 2018.

Varios guardias civiles que participaron en su detención han recordado que ella les comentó que era del Dáesh y que los primeros que comenzaron la guerra fueron los cristianos.

Personalidad de tipo excéntrico
Uno de los agentes ha precisado que cuando estuvieron siguiéndola tras la denuncia en junio de 2018 del testigo protegido ella no se dirigió con vehículo alguno a Santiago de Compostela y que si lo hubiera hecho la tendrían que haber detenido antes para evitar una posible masacre.

Dos médicos forenses han explicado que la acusada sufre trastorno de personalidad de tipo excéntrico y que cuando la entrevistaron reflejó fanatismo al decir que era musulmana y que coincidía con el espíritu de dicho movimiento terrorista aunque les manifestó que no sería capaz de cometer un atentado, pero han aclarado que no presenta enfermedad mental y que sabe lo que hace.

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