Pese al frío llegado del nordeste que este martes barrió A Mariña, durante la tarde zarparon de Burela algunos de los primeros boniteros con proa a las islas Azores para la primera marea de la costera de este año. Fueron el Esmeralda Tercero, de Avilés, y el Goienkale, bermeano, que navegan en cuadrilla y este martes aprovecharon el puerto lucense para hacer los últimos retoques a bordo. De momento en la flota local, donde estos últimos años apenas se sumaron algunas lanchas, no se ven aparejos ni ambiente de bonito y barcos que desde hace mucho hacen base en Burela para la costera, como el Ramón Estefanía, también se lo toman con calma.
La pasada semana también se dejaron ver en la costa lucense más pesqueros vascos, grandes cerqueros en busca del abundante bocarte. Al menos el Kantauri, Itsas Lagunak y Arrantzale largaron el aparejo a la anchoa para volver a descargar en Gijón, aunque al principio de la costera los precios eran bajos, según quejas de los marineros. El arrastre mariñano también ha detectado abundante bocarte en sus sondas, una presencia que podría atraer temprano al bonito hacia el Cantábrico. También se observa sardina, aunque todavía no está en sazón, con su jugosa grasa.
Precisamente, este martes el portavoz de la principal asociación del arte de cerco en Galicia, Andrés García, pidió "que se tengan en cuenta los estudios sobre el stock de sardina y se aumente la cuota" pues en su opinión "hay mucha más de la que se está diciendo". En declaraciones a Europa Press, recordó que desde el día 4 y hasta el 31 de julio, el cerco gallego y Cantábrico noroeste podrán pescar 2.000 toneladas de sardina, con un tope por día de mil kilos.
Este martes las rachas de viento entre 50 y 70 kilómetros en Foz, Burela y Viveiro dejaron también temperaturas frías, de hasta ocho grados, y fuerte oleaje en la costa.
