Varela, el ribadense que hace un siglo se forró con todo el 9053 del Gordo

Tras hacerse rico como ganadero en Mar del Plata, a los 74 años solía jugar el mismo número ► Lo extravió un tiempo entre papeles viejos y recibió la noticia "serenamente" en Argentina
Noticia en El Regional, en 1921. EP
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La mayoría se rascó los bolsillos en busca de una perra gorda pero tal día como hoy, hace cien años, un ribadense llenó los suyos con el Gordo de Navidad. La noticia tardó en cruzar el Atlántico porque Vicente Varela, de 74 años, tenía la vida hecha en la quinta provincia gallega y la fortuna lo alcanzó azarosamente.

El eco de lo publicado en Buenos Aires sobre que el 9053 agraciado con el primer premio de 1920 cruzó íntegro el charco, por fin llegó. "Su poseedor, señor Varela -tomaban de La Prensa bonaerense-, venía adquiriéndolo en España desde hace varios años. En la última jugada obtuvo determinación premiada con mil pesetas, que dejó en España en poder de un amigo suyo, a quien giró en marzo último la suma necesaria para integrar el precio y adquirir nuevamente el billete entero, ya que el año anterior solo había comprado una parte del mismo".

La Lotería Nacional lo forró, decían, con 12 millones de pesetas, un dineral para la época. En los 208 años de historia ininterrumpida del sorteo, que ahora reparte cuatro millones de euros al Gordo, los emigrantes conservaron como institución patria la lotería. Vicente Varela adquirió una buena remesa, que casi pierde. "En posesión del número desde julio, por un descuido se le extravió y lo consideró perdido, hasta que su hijo don Ramón lo encontró entre unos papeles viejos y sin importancia. El número 9053 fue luego depositado en un establecimiento bancario de Buenos Aires, donde el señor Varela tiene en custodia algunos documentos de valor", recuerdan las hemerotecas.

Y la prensa profundizó en su perfil. "El señor Varela salió de su pueblo natal para aquella próspera y hospitalaria República en el año 1868, fijando su residencia en Balcarce, entre cuyos vecinos fundadores figura y donde atendió el primer registro de escribano público de aquella ciudad. Posteriormente fue adquiriendo campos y en 1888 se dedicó definitivamente, después de comprar la estancia La Reforma, a las faenas rurales. Además, posee la estanzuela El Soldado y varias propiedades, en Mar del Plata, como asimismo otras extensiones de campo con 4.000 cabezas de ganado vacuno". Ya se había labrado fortuna de forma parecida a los filántropos compatriotas hermanos Moreno.

Varela, naturalizado argentino y "respetado y querido" en los pueblos y círculos sociales de Mar del Plata, según las crónicas, estaba casado con la gaditana Carmen Fernández y en 1920 contaba con 14 nietos de nueve hijos. "Suele pasar las temporadas de invierno en la capital de la República, regresó a Mar del Plata el mismo día del sorteo, instalándose en el suntuoso chalet El Carmen, que posee en Loma de Santa Cecilia, en el balneario donde hasta después de su llegada, recibió serenamente la noticia de haberle correspondido el premio mayor", se publicó del Gordo que le alegró los años 20 y "pasó de largo" en la Península.

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