Un valadourés acusado de violar y pegar a su mujer irá 23 años a prisión

La Audiencia Provincial de Lugo lo consideró autor de delitos de malos tratos habituales, coacciones y agresión sexual dirigidos a la que era su esposa, a quien exigía dinero para droga 

Un momento del juicio celebrado en octubre en la Audiencia. SEBAS SENANDE
photo_camera Un momento del juicio celebrado en octubre en la Audiencia. SEBAS SENANDE

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo condenó a 23 años y diez meses de cárcel, además de a una década de libertad vigilada, a un hombre enjuiciado, tras ser acusado de violar a su mujer, a la que le exigía dinero para comprar droga y a la que sometía "­a continuos episodios de violencia". El tribunal lo considera autor de delitos malos tratos habituales, agresión sexual, lesiones leves y coacciones.

Los jueces consideran acreditado que el imputado amenazaba a su mujer con hacerle daño a las hijas, no dejarlas salir y con "matarlos a todos".

En una ocasión, como recoge el dictamen, agredió a su hija mayor, a la que le llegó a arrancar un mechón de pelo cuando trataba de defender a su madre. El sospechoso también fue condenado a no comunicarse ni aproximarse a la víctima durante 26 años y a distanciarse de las menores durante cuatro y tres años, respectivamente.

JUICIO. "Un día llegué a casa y no me dejó entrar. Tenía a las niñas encerradas en la cocina, sentadas en una silla como estatuas. Me dijo: "O traes dinero o las mato, tienes diez minutos". Y empezó a decir: "Tic tac, tic tac"". Con un relato desgarrador plagado de escenas como la descrita, la mujer narró sus vivencias en el juicio que se celebró en octubre pasado y describió el "pánico" que ella y sus hijas le tenían al acusado, quien achacó sus "cambios de humor" a su "adicción" a la cocaína.

El hombre no podrá acercarse a la víctima durante 26 años y a las menores, durante cuatro y tres, respectivamente

La víctima -que declaró por videoconferencia desde otra sala de la Audiencia para no coincidir con su presunto agresor- confirmó uno a uno todos los episodios violentos relatados en el escrito de acusación de la Fiscalía, entre los que se incluyen amenazas, humillaciones, empujones, puñetazos y agresiones sexuales.

"Lo despidieron de varios trabajos; el último por pegarle a su jefe, y como no tenía ingresos siempre me exigía dinero. Si no se lo daba me amenazaba con hacerle daño a las niñas y con matarnos, así que yo solicitaba adelantos en el trabajo y le pedía a la familia. Cuando no había, me agredía", contó.

La mujer explicó que él también se mostraba violento con sus hijas, menores. "Un día yo estaba sentada en una silla y tenía a la pequeña en el colo. Me preguntó en qué pensaba, le dije que en nada y se enfadó. Empezó a gritar y nos tiró a las dos al suelo. A las niñas les pegó", dijo.

"La mayor se puso un día en el medio de ambos para pedirle que no me pegara más y le pegó a ella. Le arrancó un mechón de pelo", explicó la víctima. La niña -que ofreció un testimonio impactante- corroboró el relato y explicó que llegó a pedirle que se divorciara.

La víctima denunció tras un episodio en el que su marido la violó y amenazó con matarla si le quitaba la custodia de sus hijas

AGRESIÓN. Tal y como explicó la mujer en el juicio de octubre, la gota que colmó el vaso fue un episodio registrado en su vivienda de Ferreira do Valadouro el 9 de julio de 2017, cuando su marido le pidió que bajara al garaje porque la lavadora perdía agua.

Una vez allí, según el relato de las acusaciones, el hombre cerró la puerta, cogió un palo similar a un bate y la golpeó, al mismo tiempo que le decía: "Como quieres la custodia de las hijas vas a tener un tercero aunque no quieras". A continuación, la obligó a ponerse de rodillas y la violó. Antes de irse, el acusado cogió un cuchillo de grandes dimensiones, se lo acercó al cuello, y le dijo: "Esta vez tuviste suerte, la próxima te mato. Y si me denuncias, te mato". Tras este suceso, la mujer decidió marcharse con sus hijas y denunciar los hechos. "Ese día solo quería salir viva de allí y pensé: Si no me voy, quizá ya no haya próxima vez".

En la vista oral también declararon varios familiares de la pareja y todos apuntaron al hombre como una persona "agresiva".

Según explicaron, agredió a otros familiares y tenía a sus hijas "aterrorizadas". Su propia hermana reconoció que el consumo de cocaína empeoró su carácter, "pero él ya era por naturaleza impulsivo y violento", dijo. La víctima reconoció que abusaba de las drogas, "pero sabía muy bien lo que hacía. La cocaína será un atenuante, pero no una excusa para lo que hizo", dijo.

Durante el juicio, el acusado insistió en que nunca amenazó de muerte ni violó a su mujer, y solo reconoció "alguna pelea" para conseguir dinero.

Su letrado había solicitado la absolución de su cliente, sin embargo, la Audiencia Provincial finalmente condenó al acusado a esos 23 años de prisión al considerarlo autor de los delitos mencionados.