Una vieja dama de los montes

Carrocetas de las primeras series que salieron en los años 60 del pasado siglo de la fábrica pontenovesa IPV continúan apareciendo en Viveiro y en otros lugares

La vieja carroceta, sobre una grúa vivariense. D.V.
photo_camera La vieja carroceta, sobre una grúa vivariense. D.V.

Fue pasar, ver sus placas y el color de la cabina para decidir hacer el alto y la foto. Una carroceta antigua, de las que han transportado toneladas de madera a sus espaldas durante décadas y con las señales de haber recorrido los montes provinciales toda la vida. La vieja dama de A Pontenova se encontraba este martes a lomos de una grúa, junto a los depósitos de Arias y Casabella en Area (Viveiro).

Por su matrícula, C-33340, sabemos que debió echar a andar en 1964, por lo tanto es de las primeras carrocetas fabricadas como tales, dado que los talleres que transformaban los antiguos vehículos todo terreno OM italianos utilizados durante la Guerra Civil, se constituyeron en sociedad como MAFSA (Miranda, Alonso y Fernández S.A.) el 2 de mayo de 1963.

Cabe suponer que esta unidad, que conserva una pluma antigua, el cable y rueda de repuesto sobre la cabina, fue de las primeras en salir de la firma pontenovesa que posteriormente pasaría a llamarse IPV. Su uso maderero en todo el noroeste peninsular fue bien conocido, montando también cabrestrantes para recuperar los troncos o salir de los atolladeros. Probablemente montó originalmente un motor de gasolina, aunque al cabo de unos años la fábrica introdujo los diésel Barreiros y Perkins. Bajo ese color verdoso -y no el más habitual azul de los primeros tiempos-, sigue aparentando robusta y quizás ahora merezca una restauración a fondo como vehículo histórico. Porque es, sin duda, uno de los iconos industriales de Lugo.

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