Cientos de balizas guiarán al conductor entre las nieblas de O Fiouco en la A-8 en 2019

Los equipamientos permiten ser visto entre las brumas y guardar una distancia de seguridad de cien metros

balizas en o fiouco
photo_camera Presentanción de las balizas instaladas en O Fiouco de la Autovía del Cantábrico. ÁLVEZ

Dos decenas de balizas de luces LED, que la Dirección General de Tráfico (DGT) probó desde febrero en el tramo de O Fiouco para ayudar al conductor a circular entre la niebla, ya están completamente operativas, a lo largo de 500 metros en sentido Baamonde. El Gobierno prevé activar más, unos 300 equipos, para abril de 2019, en otros cinco kilómetros, en ambos sentidos de la circulación, con una inversión prevista para este fin de 800.000 euros. Este innovador sistema, premiado en un congreso reciente del sector, permite que haya un margen de seguridad de cien metros entre cada vehículo, aunque la visibilidad sea de 40 metros o incluso de menos.

"Entre baliza y baliza hay 50 metros de distancia que se ponen en rojo cuando pasa un coche. Cuando el vehículo llega a la siguiente, también se enciende con este color, por lo que un automóvil lleva siempre dos balizas encendidas detrás, lo que le da un margen de seguridad de cien metros. Al pasar la tercera, se apaga la primera. Así se palía en parte el problema de no ser visto en la niebla", explicó ayer el director del Centro de Gestión de Tráfico (CGT) del Noroeste, Ramiro Martínez.

El director del Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste aclara su funcionamiento: "Entre baliza y baliza hay 50 metros de distancia que se ponen en rojo cuando pasa un coche. Cuando el vehículo llega a la siguiente, también se enciende, por lo que un automóvil lleva siempre dos balizas encendidas detrás"

El sistema —por el que se interesaron los gobiernos vasco y catalán, entre otros— permite detectar si entre las brumas hay un vehículo parado, —se aprecia si la siguiente baliza no se enciende a su paso—. Durante el periodo de prueba incluso llegaban a encenderse hasta con una gota de lluvia, (un aspecto ya modificado en el software), incluso aunque la Autovía estuviese cerrada y eso que, como aclaró Martínez, no es habitual que llueva y haya niebla al mismo tiempo en el trazado. De hecho, los expertos aseguran que éste fue un invierno anómalo, con más brumas de lo habitual. El color rojo emula las luces traseras de un coche. El director del CGT aprovechó para advertir del riesgo de que siga habiendo quien no activa las luces de posición durante el día.

El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, añadió que precisamente el 27 de abril se cierra el periodo de recepción de ideas innovadoras antiniebla que el Ministerio de Fomento adjudicará a partir del verano y probará en el propio trazado. 

En la presentación —durante la cual hubo vehículos que se saltaron el cierre de la A-8— estuvieron presentes la jefa provincial de Tráfico, Paula Yubero; la coordinadora de la DGT en Galicia, María Victoria Gómez; el jefe del sector de Tráfico de la Guardia Civil en la comunidad, el teniente coronel Francisco Javier Molano; el responsable del Subsector de Tráfico en Lugo, José Miguel Martínez y el subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo.

APROVECHAMIENTO DE LA VÍA. El delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, incidió en la importancia del sistema de balizamiento lumínico para ganar en seguridad y también en aprovechamiento de la infraestructura, aspecto al que también contribuyó el cierre centralizado desde A Coruña, que se activó en diciembre de 2016. Desde entonces y hasta el mismo mes del año siguiente, las horas de cierre, gracias al corte a distancia de la vía, se redujeron hasta las 544 aproximadamente —antes rondaban las mil—.

Para Martínez, el primer año del cierre automatizado desde A Coruña ha dado buen resultado en el sentido de que "apenas se ha registrado un 0,57% de infractores y gracias a las cámaras instaladas pudimos comprobar que las matrículas de los automóviles que infringen no son reincidentes», reconoció. Ayer mismo, los agentes de Tráfico tuvieron que advertir a una serie de conductores que entraron en la vía pese a que había cerrado en torno a las dos de la tarde. Saltarse los semáforos fotorojos conlleva 200 euros de multa y cuatro puntos menos en el carné.

Cabe recordar que los avisos verdes por niebla suponen visibilidades de entre 250 y 120 metros, por lo que se deberían llevar encendidas las luces de cruce; el nivel amarillo, —con el que ya se encienden las balizas— baja hasta los 65 metros de visión, con lo que la velocidad se limita a 80 y con el rojo se ve la vía a poco más de 40 metros, por lo que hay que circular a 60 kilómetros por hora.
 

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