Los turistas comienzan a llegar a la Costa pese a la niebla en los accesos

Docenas de británicos recalaron en el Parador de Ribadeo en su ruta con el club Drive España al volante de distintos modelos de Ferrari, Porsche y TVR, que causaron expectación

Paul y Glynis Lewis junto a John Kent y sus respectivos Lotus y TVR, en el párking del Parador ribadense. I.G.
photo_camera Paul y Glynis Lewis junto a John Kent y sus respectivos Lotus y TVR, en el párking del Parador ribadense. I.G.

RIBADEO. La costa mariñana empieza a recibir a peregrinos y turistas pese al mal tiempo reinante, con nieblas que obligaron por tecer día a cerrar el Alto do Fiouco de la Autovía del Cantábrico (A-8) -hasta las cuatro y media de la tarde se cortó al tráfico al menos en tres ocasiones y al cierre de esta edición reabrió con nivel rojo-. La llegada al Parador de Ribadeo de decenas de deportivos y turismos de marcas como Ferrari, Porsche y TVR, traídos por británicos del club Drive España, levantó expectación.

Numerosos ribadenses se acercaron hasta el aparcamiento cerrado del Parador para poder ver unos coches casi irrepetibles.

«De este TVR Tuscan, de 2001, con color de camaleón, se hicieron mil en todo el mundo», especificaba ayer su propietario, el británico John Kent, que viaja por tercera vez a España en el marco de esta ruta que les lleva Parador por Parador. «Llegamos en ferry a Bilbao desde Gran Bretaña para ir a lugares como Burgos, Fuente Dé, Baiona, y regresar por la costa cantábrica, parando en Ribadeo o en Santillana del Mar», añadían Paul y Glynis Lewis, que viajan en un Lotus Exige de 2006.

Se trata de modelos casi únicos, con precios que por su antigüedad pueden rondar los 30.000 ó 40.000 euros, pero muy especiales. También había Ferrari y Porsche más modernos y mucho más caros.

Tanto estos conductores, como los autocaravanistas que comienzan a llegar a la comarca, se toparon con densas nieblas, como las de O Fiouco. El mal tiempo afecta también a los peregrinos que, en el caso de Ribadeo, están llenando casi a diario el albergue de doce plazas que la Xunta ofrece con vistas sobre la ría.

Albergues como el de Ribadeo están al completo con caminantes procedentes de Taiwán, México, Rusia y Corea

«A semana pasada tivemos peregrinos procedentes de Taiwán, México, Rusia e Corea do Sul», matizaba una de las responsables de la oficina de turismo de Ribadeo, Begoña García.

Con el albergue principal completo —y aunque esté abierto por parte del Ayuntamiento el de las viejas escuelas de Vilela, muchos optan por quedarse en el hostal Santa Cruz, perfectamente equipado para los caminantes.

Los visitantes consultados lamentaban el mal tiempo con el que les recibía el miércoles A Mariña, con chubascos dispersos y cielos cubiertos

Ayer, el danés Lasse Kildevold, que está realizando en solitario y a pie la ruta del norte desde Irún, apenas podía pararse a hablar con los medios, ya que estaba pendiente del partido de fútbol de su país contra Australia en el Mundial. Destacó la belleza de una senda, eso sí, «lluviosa y con el firme algo deteriorado». En este hotel se hospeda un holandés que había peregrinado hace tres años por la ruta francesa, desde su país, en bicicleta y con un amigo durante todo el mes de septiembre. «Fue muy duro pero lo hice por deporte y por disfrute», matiza el profesor Walter van Valderen.

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