El cambio radical del Patrol de los montes de San Roque

Abraham Alvo es a sus 29 años un manitas del 4x4 que está mejorando uno de los todoterrenos míticos de Nissan en las últimas décadas
Abraham Alvo junto a su Nissan Patrol. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Abraham Alvo junto a su Nissan Patrol. JOSÉ Mª ÁLVEZ

La felicidad es el camino, no la meta. Nunca mejor dicho en el caso de Abraham Alvo Cabaleiro, joven de Magazos que disfruta con las pistas y trialeras, y armó uno de los vehículos más conocidos de Viveiro: el 4x4 que durante años perteneció a la Comunidade de Montes de San Roque. Un patrullero, el Nissan Patrol Largo TA al que en el grupo vivariense de amigos denominado Autóctonos 4x4, lo apodan 'el autobús', dadas sus generosas dimensiones. Sin embargo, la preparación su preparación es la de un guerrero del monte y "agora xa non se rin tanto, porque lles dá que facer".

"Gústanme os coches —dice este planificador de Alúmina que trabaja en el departamento de Filtración—, e esta é unha maneira de desfrutar deles e evadirse no monte". Ahora vive en San Román de Vilaestrofe y aprovechó la etapa de confinamiento por el covid para preparar el Patrol. Lo primero fue la restauración de chapa y pintura, que contrató en Talleres La Mocha (Baralla), de donde salió sin óxidos y con aletas y pasos de rueda nuevos. El snorkel de vadeo y las ruedas de 37 pulgadas marca Maxxis, especiales para el 4x4 son otros cambios que saltan a la vista porque con las cubiertas originales en medida 205 no tenía futuro. 

Sin nombreSin embargo sí contaba, además de la reductora, con un apreciadísimo cabrestante Warm "que foi o detonante da compra" y sirve para salvar cualquier atolladero. Ahora posee 'guinche' delante y detrás, acoplados a nuevas defensas de hierro que proporcionan mejores ángulos de ataque y salida,  y las estriberas. Lo bueno es que Abraham hizo todo con planos y proyecto para homologar y pasar la ITV, lo que en este mundillo resulta laborioso y complicado. 

También le mejoró la dirección, reforzando las barras y dotándola de asistencia hidráulica pero lo 'gordo' llegaría con el motor dado que el robusto 6 cilindros atmosférico original de 85 CV "non podía coa alma". "Púxenlle un 115 CV turbo pero tíveno un mes porque non me gustou e porque ten problemas de temperaturas; por iso mirei dun 4 cilindros 2.7 turbo, que é o motor dos Terrano I e III, moito máis fiable", explica. Este propulsor está muy buscado. Traía el cambio incorporado y lo consiguió al verlo en Facebook, en un desguace de Logroño. "Era dun coche militar ao que lle caera encima unha nave. Para collelo axudoume un paisano dun foro que o foi ver, fixo as fotos e pagou a reserva". Así es la aventura de estos puzles del 4x4 hasta ahora vistos sobre todo entre aficionados focenses y pontenoveses. En la época del Patrol —y Suzuki, Land Rover, Lada Niva o Toyota Land Cruiser— ya había rutas todo terreno, de variada dificultad y preparación.

Esta puesta a punto en Vilaestrofe es un trabajo en horas incalculable y probablemente impagable pues incluye otra línea de escape, instalación eléctrica simplificada con arranque por botón y nuevos relojes. Ahora monta bloqueos de diferencial por aire en ambos ejes y amortiguadores de gel, más eficaces. Al estar matriculado como vehículo industrial de origen los cambios son más factibles. Eso sí, la altura al suelo apenas se ha incrementado 3 centímetros, para no volverlo inestable y Abraham sigue pensando en él como su coche futuro: "Teño os eixes dun Patrol máis moderno e algún día tocará pasarlle as suspensións a muelles e tirar coas ballestas".

Durante nuestra charla junto a la parrillada del Mirador de San Roque, de regreso de una ruta el domingo 1 de enero por los montes vivarienses "para empezar o ano ben", pudimos ver otros clásicos todo terreno conducidos por jóvenes aficionados y charlar con ellos sobre sus muchas mejoras encima. Alguno había que pararse para reconocerlo pero este Patrol que se fabricó entre 1989 y 1994 con motores Ebro y Nisan de 2.800 centímetros cúbicos. Era la denominada serie 260, con algunas mejoras de alumbrado y acabado respecto a las primeras que salieron de Zona Franca aunque esta unidad que vino a Viveiro era la básica industrial o Merca, muy parecida a las militares que nutrieron las fuerzas de seguridad y los tres ejércitos. Todavía se podían ver hasta no hace mucho en acuartelamientos del Aire o la Armada. 

A la vida civil llegaron también como todo terrenos que normalmente funcionaban con tracción trasera, en modo 4x2. Siguen haciendo kilómetros sobre todo en zonas rurales de toda la Península, donde son ya parte del paisaje, a veces con extras como el aire acondicionado o exotismos muy apreciados en la época como el inclinómetro o el altímetro en el salpicadero. Porque nunca como en los 4x4 el cuadro de mandos se ha llamado salpicadero con tanta propiedad. Y si llevaba un asa donde agarrarse el acompañante mientras en enorme morro del vehículo daba botes o se sacudía entero encima de los dos ejes con ballestas, mejor. De todo ello sabrán más quienes los utilizaron en los primeros Dakar, de actualidad en estos días. Y aunque Nissan nunca ganó estas pruebas del desierto, alguien debería conservar aquel Patrol Fanta Limón restaurado los técnicos de Zona Franca y con el que Miguel Prieto y Ramón Termens completaron la prueba de 1987.

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Los Patrol de Motor Ibérica, lo sé por experiencia, tampoco pudieron hacer olvidar en los parques móviles militares a los también robustos y eficaces Land Rover que al principio fabricó Santana pero, al contrario de estos últimos, son muy apreciados para las transformaciones, como es el caso. Abraham estudió Diseño de Fabricación Mecánica en Ferrol y ha invertido en herramientas pero dice que en este campo "fago todo eu, é autoformación a base de ler moitos manuais dos coches e libros de mecánica".  Lamenta, eso sí, que el asunto de las homologaciones sea "carísimo". "Está montado así, todo hay que pagar en laboratorios exteriores para pasar a ITV", explica. En su opinión, para el 4x4 "debería haber unha documentación especial, que che limitaran a velocidade en estrada e ter algo máis de marxe para facer cousas, pero non é así".

Como proyecto en mente, y si la ley en este sentido fuera más sensible, le gustaría meterse con un 4x4 más ligero (el Patrol ronda los 2.000 kilos): "Un Samurai Longbody con eixos de Nissan e motor BMW de 200 e pico cabalos sería ideal, penso". Atrás quedaron los tiempos de pasar los Suzuki a suspensiones de muelles y amortiguadores de gas, y bajo el capó el motor 16 válvulas el Swift. Y sin embargo, a las jóvenes generaciones les siguen gustando estos rudos, cuadrados y casi indestructibles 4x4 para acometer cualquier obstáculo o monte embarrado y empinado. 

Aunque a otros aficionados con dinero pero que no se dejan los cuartos de un Mercedes G con toda la tecnología y caballos, ni tampoco esos Jeep Wrangler llave en mano con todas las mejoras ya hechas para meterlos en el barro, parecen preferir los más grandes, pesados y aparentes Range Rover o Nissan Patrol GR con el fin de lanzarlos y probar si en la senectud son capaces de empinadas subidas. 

Este joven es más de adaptar él mismo el coche a sus gustos, en lugar de acomodar los suyos a los vehículos de serie. "Como primeiro coche teño un Seat Toledo reprogramado e feita a admisión, que leva 580.000 quilómetros. É no que máis ando pero para viaxar dispoño dun Audi A-4 B8 tamén diésel, do 2008". Como gustazo entre los turismos, no oculta que "se tivera pasta, un Audi RS6 é bo coche, funcional e deportivo ao mesmo tempo". Y quién no.

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