El tramo de O Fiouco, que salva Mondoñedo en la Autovía del Cantábrico (A-8), afectado habitualmente por las densas nieblas, quedó este martes cortado al tráfico desde las seis de la tarde y así continuaba al cierre de esta edición.
Las brumas hacían imposible ver a más de 40 metros de distancia por lo que el Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste, en A Coruña, ordenó el cierre. Ya lo había hecho durante al menos tres horas poco antes, entre las dos y las cinco de la tarde.
El trazado llevaba desde la madrugada del lunes afectado por avisos rojos debido a la falta de visibilidad. Está previsto que el Ministerio de Fomento licite en julio la fase de prueba de algunos prototipos presentados para tratar de solucionar el problema de los cierres que ocasionan las nieblas.