Una tradición familiar

Xilloi celebró otra edición de su concurso de castillos de arena, clásico que reúne a locales y atrae a muchos veraneantes en O Vicedo
Un castillo del concurso de esta edición, en fase de construcción. PALEO
photo_camera Un castillo del concurso de esta edición, en fase de construcción. PALEO

Como cada verano desde 2002, la playa de Xilloi en O Vicedo se llena de aspirantes a construir el mejor castillo de arena. Cada año la competencia ha ido en aumento y los diseños son cada vez más elaborados. Los más expertos asisten con paletas propias de una construcción real. También con tablas que sirven de molde para poner con cuidado cada uno de los ladrillos que forman parte de fortalezas propias de reinos medievales. Todos los equipos trabajan con el tiempo en contra para mostrar sus dotes para la construcción. Profesionales o no, todos los aspirantes disfrutaron de una tarde en la que el tiempo acompañó para un concurso que se ha convertido en algo que celebrar en familia.

Este es el caso de Roberto, Toni y Bea, veraneantes de Madrid y Elche que llegan para pasar las vacaciones y participar en el concurso de castillos de Arena en la playa de Xilloi. Bea y su familia disfrutan en O Vicedo de "toda la vida" por ello el concurso no los ha pillado por sorpresa y vienen más que preparados con palas y tablas. Para ellos siempre ha sido una tradición el hacerlo en familia y sobre todo disfrutar el proceso. Admiten que la técnica está en probar figuras y técnicas nuevas cada año. En otras ediciones han construido también figuras como mariscadoras o un marinero tirando de las redes. Llegaron incluso a recrear la Dama de Elche para hacer un guiño a su tierra. A pesar de tener entre sus manos un elaborado castillo que cuenta incluso con ladrillos hechos de forma individual, la idea la piensan de camino "según va saliendo, cuando venimos en el coche venimos pensando qué podemos crear, aunque al final sale todo un poco al libre albedrío".

También hay sitio para los más pequeños, como Beltrán, que se inicia en la tradición de la construcción de castillos de arena. Beltrán y Bárbara, su madre, son sevillanos aunque vienen desde Toulouse. Están en O Vicedo porque el abuelo de Beltrán es del pueblo y aprovechan las vacaciones para ir de visita. Es la primera vez que participan, pero quieren continuar con el legado del padre de Beltrán que "ganó un año una camiseta, pero la ha perdido y queremos tener otra". Beltrán es el arquitecto del castillo y el que ha dado las órdenes para su construcción "él quería un panda y un castillo y es lo que hemos intentado hacer", confiesa Bárbara.

En el concurso de pequeños, alejados de la competencia están por ejemplo una familia de Colmenar Viejo (Madrid) compuesta por Cristina y José María y sus hijos Alba, Rodrigo y Ulises. En el concurso están trabajando Alba y Rodrigo, su diseño, una inspiración en la isla de La Palma con su volcán, "pensamos en hacer un volcán, pero como un volcán solo era poco pensamos en hacer la isla de La Palma", comenta Alba. La idea de centrar su diseño en los volcanes es de Rodrigo y Alba ha sido la encargada de engalanar el diseño, "es muy creativa y le encanta dibujar", confiesa su madre, que también asegura que "han estado trabajando juntos que es lo importante". Es la primera vez que participan en el concurso y lo conocieron casi por casualidad, aunque no es nuevo para ellos O Vicedo, ya que "intentamos venir todos los veranos".

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