El conflicto laboral de Vestas dio un giro inesperado al llegar a un acuerdo los trabajadores y la empresa. Los empleados tendrán indemnizaciones más elevadas y podrán volver a optar a los 24 puestos que la multinacional ofrece en la planta de Chavín, que reconvierte en 2022 en un centro de formación y mantenimiento. A cambio, los sindicatos retiran la impugnación del Ere, cuyo juicio iba a celebrarse el 20 de enero.
"Visto el deprimente panorama y lo poco probable que sería ganar la nulidad judicial del Ere, e incluso ganándola en el mejor de los casos nos conduciría a otro Ere en pocos días, optamos por buscar una conciliación previa al juicio. En un tiempo muy corto, apenas dos días, se ha presentado y aceptado una conciliación económica para todos los trabajadores de Vestas así como opciones de jubilación para mayores de 55 años y unas recolocaciones en el centro de Viveiro que aún estaban sin cubrir", reseña el presidente del comité, David Mariño, quien añade que también hay opción para recolocaciones en otros centros de trabajo de la empresa. La desestimación de la demanda la harán oficial este jueves ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
La mejora de las condiciones de los despidos no afecta a la tramitación del Ere, que sigue en marcha, al igual que la fecha prevista para el cierre, que es este viernes. Este jueves será el último día de trabajo para los 112 operarios.
Mariño dice que continúa abierta la vía de la venta de la fábrica y el compromiso de Vestas, por ahora sin resultados, es buscar inversores durante todo 2022. Los representantes sindicales recuerdan que también debe seguir en marcha la mesa industrial con la Xunta con el mismo objetivo de encontrar un comprador que asuma a toda la plantilla.
