Los trabajadores de Alcoa rechazan a una clase política que les deja abandonados

Hubo lanzamiento de huevos y paquetes de harina contra la fachada de la subdelegación del Gobierno para expresar el rechazo a la pasividad de la Sepi

 

El lanzamiento de huevos y de paquetes de harina contra la fachada de la subdelegación del Gobierno, envuelta en una humareda naranja, evidenció el divorcio de los trabajadores de la factoría de Alcoa de San Cibrao con una clase política "que incumple sus promesas y nos abandona", según recalcó el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan. "Los únicos que peleamos por el futuro de A Mariña somos los trabajadores. A ver que nos dicen cuando vengan las municipales", ironizó.

Las críticas a la psividad de la Sepi (Sociedad Española de Participaciones Industriales)  y el obstruccionismo de Alcoa, que paralizan las negociones para una posible venta de la fábrica centraron la intervención de Zan ante los manifestantes. La ministra de Industria, Reyes Maroto, fue el principal blanco de las críticas y se quemó una cartel con su efigie.

"El problema no es el fallo del Tribunal Supremo sobre el Ere previsto para el día 20 de este mes, pues si les rechazan este expediente pueden tramitar otra. Hay que buscar una solución para el futuro de la fábrica y para la venta de la plantad e Aluminio". Hubo también alusiones a la falta de propuestas pro parte de la Xunta.

.A la protesta acudieron también los trabajadores de Vestas, la fábrica de aerogeneradores de Viveiro, amenzada también por el cierre. David Mariño, presidente del comité de empresa, manifestó que el cierre de ambas plantas "será un golpe definitivo para A Mariña e do turismo non se vive. Non hai postos de camareiros para milleiros de persoas".

El domingo 17 habrá una manifestación en Viveiro, convocada por los sindicatos, para demandar soluciones a la crisis industrial del norte lucense.

    

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