Los trabajadores de Alcoa inician una huelga indefinida para exigir soluciones

Los operarios siguen haciendo guardia a las puertas de las instalaciones para evitar la salida de material que no sea para la industria esencial, mientras esperan reunirse en los próximos días con representantes del Gobierno y la Xunta

Los más de mil trabajadores de las plantas del complejo industrial de Alcoa en San Cibrao y casi otros tantos de la empresa auxiliar iniciaron este domingo una huelga indefinida con la que exigen una solución a la situación laboral que atraviesa la planta de Aluminio después de que la multinacional americana diera un portazo a las negociaciones de venta y emprendiera el proceso para aplicar un despido colectivo que afectaría a 534 de los 633 operarios de Aluminio. Decenas de ellos se concentraron ayer en el campamento montado a la entrada de las instalaciones —donde puede leerse la frase As cubas non se paran en las casetas de obra instaladas para resguardarse de las inclemencias del tiempo— coreando los lemas ya habituales en sus protestas: "Enerxía solución", "El estatuto dónde está?" "Si esto non se arregla, guerra, guerra, guerra", "Si esto non se amaña, caña, caña, caña" o "Madrid, escoita A Mariña está en loita".

Los trabajadores continúan con las guardias al pie de las instalaciones, como lo llevan haciendo la última semana, para permitir únicamente la salida de material para la industria farmacéutica y las potabilizadoras porque según indicaron desde el comité, "nunca se pondrá en riesgo la salud pública ni el suministro a las empresas esenciales". Durante esta huelga, cuyos servicios mínimos están pactados para 48 horas, el comité ya avanzó que no habrá parada de cubas que no sean de emergencia y sólo se fabricará placa de gran tamaño sin alear. 

Mientras tanto desde el comité están al a espera de las reuniones que tiene solicitadas con representantes de la Xunta y del Gobierno para que les expliquen las medidas que adoptarán a partir de este momento para garantizar la viabilidad de Aluminio, cuando Alcoa decidió que no vendería la planta ni a Liberty House (GFG Alliance) ni a la Sepi. Los trabajadores esperan que estos encuentros se produzcan a principios de esta semana, puesto que los plazos para dar un futuro a la producción de aluminio primario en San Cibrao se agotan.

Y es que el próximo día 13 es el último día del plazo de quince días del que dispone la empresa para comunicar su decisión en relación con el proceso de despido colectivo. Hasta el momento, desde la multinacional aseguran que no hay una decisión tomada al respecto mientras insisten en que el "plan de reorganización de los trabajadores" estaba destinado a frenar "las pérdidas financieras persistentes y recurrentes de la planta de Aluminio", que cifra en un millón de euros a la semana, y que en el  se recomienda "la parada de las cubas de electrolisis y mantener en funcionamiento una parte de fundición". 

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