¿Qué fue de... Tino Reymóndez?

Siempre aficionado a la política, entró en el ámbito local con el partido independiente Upri en Ribadeo. Dice que fue una gran experiencia, que le abrió los ojos y aprendió cómo funciona de verdad un Concello por dentro y, algo poco corriente, se disculpa con aquellos a los que pudo hacer daño en su día
Tino Reymóndez.
photo_camera Tino Reymóndez.
Tino Reymóndez, en un acto.

Entró Tino Reymóndez en la corporación de Ribadeo casi por casualidad. Era el número 2 de Upri, un partido independiente creado por Francisco Rivas tras abandonar el PP. Admite que fue el propio Rivas el que le convenció "porque yo no lo tenía nada claro. Tenía muchas dudas porque tenía mucho trabajo, pero la verdad es que la política también me gustaba, por eso lo cogí como los demás de aquella candidatura: con muchísimas ganas e ilusión". Eso sí, con los pies en el suelo: "La verdad es que no contaba salir ni yo, que iba de 2, y no sacamos el cuarto de milagro. Eso nos dio fuerza a todos. Además se notaba que no estábamos en un gran partido porque éramos gente no acomodada, por así decirlo... No moldeada".

Ahí empezó una carrera que luego le llevaría a ser candidato a la alcaldía, pero que le marcó muchísimo "porque la verdad es que la política desde dentro es totalmente diferente de lo que creemos cuando estamos fuera. No tiene nada que ver con lo que se habla en casa, en los bares... Tanto para el gobierno como para la oposición. Nada que ver. Y no lo digo en el sentido de dificultad, porque no es tan difícil como a veces se nos está diciendo. Son cosas que hay que aprender a hacer de forma diferente a como creías que se hacían".

A él en concreto le gustó la experiencia "y me sirvió para conocer el municipio entero, totalmente. También me sirvió para encajar las críticas y aprendí de ellas, porque me equivoqué en muchas cosas y acerté también en muchas otras. Hice amigos, conocí gente... y trabajé muchísimo". A ese respecto, Reymóndez señala que era de los que no miraba el reloj y no se paraba en el tiempo que hacía falta: "Cuando había pleno a mí me gustaba llevarlo todo bien preparado. Muchísimas veces hubo problemas conmigo porque se alargaban más allá de las doce de la noche, que en principio no se puede por ley, y siempre solía ser yo el que los alargaba. Pero me gustaba plantear todo lo que se me decía por la calle y lo que yo veía que era de interés para Ribadeo. Lo estudiaba a fondo y lo exponía". Dice que esto tiene que hacerse así "porque en la calle nadie repara, por ejemplo, en los presupuestos. Me acuerdo que el día que los vi por primera vez me llevé las manos a la cabeza porque viniendo del mundo empresarial aquello me parecía inconcebible. Creo que la administración podría acercarse algo al funcionamiento de la empresa privada. No del todo, pero sí un poco más".

Tino Reymóndez no ganó casi nada con la política: "Lo doné a la AECC casi siempre, menos al final, que estaba yo solo". Y añade algo inaudito: "Me gustaría disculparme públicamente con la gente a la que pude ofender. A veces estás en tensión y dices cosas... Me arrepiento y quiero decirlo en público".

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