Tiempos de dificultades para proveer alimentos de calidad

Juan Pernas y María del Carmen Pérez, armadores y ganaderos, afrontan los vetos y elevados costes de combustibles y piensos para sus actividades de pesca en Gran Sol y cría de vacuno en extensivo
Juan Pernas y María del Carmen Pérez junto al San Prudencio. D.V.
photo_camera Juan Pernas y María del Carmen Pérez junto al San Prudencio. D.V.

Opinan que todavía es algo temprano para valorar el impacto del veto de la Comisión Europea a la pesca a profundidades mayores de 400 metros en los cantiles de Gran Sol pero sus primeras estimaciones son que las capturas de merluza y otras especies han caído a la mitad, mientras los gastos, por el incremento de precios de los combustibles, víveres y días de marea, aumentaron un 50%.

Hablamos con Juan Pernas y María del Carmen Pérez, matrimonio burelés con largo tiempo como armadores de pesca y, también, con una importante ganadería vacuna de 110 cabezas. Dos empresas proveedoras de alimentos de calidad, pescado salvaje y reses criadas en extensivo, que en estos momentos encaran las dificultades por las restricciones a los barcos o la carestía de piensos y combustibles. 

La realidad pesquera va de la preocupación a la sorpresa: "El veto se ha estado gestando desde el año 2016 y ¿en seis años nadie en España y en la UE se ha dado cuenta de que los informes de esos caladeros estaban desactualizados, que no todas las artes son iguales y que era necesario hacer un estudio socioeconómico?".

En su opinión, si no se percataron de ello, "lo mínimo que deben pensar es en preocuparse de la flota y ayudar a paliar el daño económico que ya estamos sufriendo, porque los gastos se disparan y la pesca se reduce".

Junto con su hermano Julio, Juan posee el Tobalina y el Siempre San Prudencio en Gran Sol. A este último acaban de instalarle un motor auxiliar nuevo, pues era más caro reparar el averiado. Mucho antes faenaron con el Ruiz González y el Pastor Nauta al bonito, volanta y espada, y si bien el relevo generacional en los puentes de mando está encarrilado con dos sobrinos a bordo, la pesca se complica. "Si esto no mejora, pronto iremos viendo barcos amarrados, al menos se les podría encender una luz a quienes quitan de pescar para compensar a las empresas de alguna manera", dice. 

Creen que la cuestión va para largo pues el recurso del Gobierno todavía no se presentó. "A ver si en diciembre revisan la medida y dan alguna ventaja porque si tenemos que esperar de 3 a 5 años, no quedará flota", explican María del Carmen y Juan. Recuerdan además que el gasóleo para la pesca ha pasado de 0,46 euros el litro a 0,90 en poco tiempo. 

Y también para la actividad ganadera, de la que ella es titular, el gasóleo agrícola ha pasado de costar 0,87 euros el litro en junio del 2021 a 1,60 euros ahora. Desde 2010 han incrementando la producción ganadera pero el momento actual es complejo porque "los piensos han subido mucho y los precios de la carne también crecieron pero no en la proporción del gasto, con lo cual estamos ante otro sector que también se encuentra ahogado".

La pareja junto a su explotación en Vilaestrofe (Cervo). JM ÁLVEZ
La pareja junto a su explotación en Vilaestrofe (Cervo). JM ÁLVEZ

"Nosotros vendemos la carne —explican—, a los carniceros locales y eso ayuda porque al menos te dejan alcanzar los suficientes kilos por animal y entre todos vamos entendiéndonos. Si suben los combustibles y piensos, los carniceros también lo comprenden y pagan algo mejor los animales, pudiendo alcanzar un pacto para que los ganaderos y agricultores no se extingan".

Por ello, animan a comprar en las carnicerías y pequeños supermercados locales porque "debemos entender que el pequeño comercio no debe desaparecer; si dejamos que eso ocurra, después los precios se dispararán aún más".

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