El sueño de cabalgar en el desierto

El ribadense Agustín Díaz Yáñez se preparó para ser cuidador de caballos y su buena mano con ellos lo llevará a trabajar en Dubái
Agustín Díaz, con un caballo en Ibiza. AEP
photo_camera Agustín Díaz, con un caballo en Ibiza. AEP

Dubái será el próximo lugar de residencia del ribadense Agustín Díaz Yáñez, que se asentará como preparador de caballos en este rico emirato del Golfo Pérsico. Allí ya pasó varias temporadas en los últimos años "para adiestrar caballos de algunos jeques que se interesaron por mis servicios". Este entrenador hípico cuenta con contactos de trabajo en la zona y ahora decidió irse a vivir allí "ya que supone una mejora para mi actividad profesional", explica.

Hasta el momento, Agustín Díaz pasaba la mayor parte del año en las Rías Baixas, donde se dedicaba a entrenar caballos para competir en raid. "Se trata de una disciplina ecuestre compleja, en la que se pone a prueba la velocidad, la habilidad y la resistencia física del caballo y del jinete", manifiesta. En este tipo de competiciones se recorren grandes distancias en un solo día, entre 40, 80 o 120 kilómetros. Las carreras discurren por terrenos de características muy diversas.

Después de participar en campeonatos de raid en España, Agustín Díaz Yáñez tuvo la oportunidad de acudir a un Mundial disputado en París. "Allí entré en contacto con jeques árabes, que me ofrecieron trabajo. Después de algunas estancias temporales, que duraban los seis meses de la temporada, creo que es el momento de marcharme para allí para dedicarme de lleno a entrenar y cuidar a los caballos", indica Yáñez.

Este ribadense trabajará en Dubái con caballos de pura raza árabe, "que son los mejor valorados en las competiciones de raid por su versatilidad y velocidad, no solo por ser autóctonos. Después está la raza inglesa, pero los jeques prefieren la árabe", aclara Díaz Yáñez.

La pura raza árabe es "la más utilizada y antigua en estas competiciones. Son caballos acostumbrados a vivir en climas desérticos y con gran cercanía al ser humano. Además de ser rápidos y resistentes, tienen una gran capacidad para aprender en poco tiempo", agrega este preparador hípico.

La capacidad de recuperación también es muy importante en estos ejemplares sometidos a grandes esfuerzos en pruebas de larga distancia. También es imprescindible darles unos cuidados y una supervisión sanitaria adecuada con el fin de que "no se resientan cuando los pones al límite", explica el entrenador ribadense.

Agustín Díaz, que posee algunos caballos en una finca cercana al cementerio de Ribadeo, es aficionado a la hípica desde niño. "Más o menos desde que tenía diez años. Empecé con una yeguada en mi localidad natal. Probé con distintas razas de caballos hasta especializarme como preparador de raids", señala.

COMPETICIONES. La temporada en los Emiratos Árabes comienza a finales de octubre, cuando descienden las elevadas temperaturas que asolan Dubái, y terminan en torno a abril. Después llega el circuito europeo.

Son muchos los equipos que participan en estas carreras y de todas partes del mundo, pero la diferencia es clara, "no todos ellos pueden mantener cuadras con centenares de caballos como los jeques", dice Díaz. Cada ejemplar de competición vale mucho dinero, pero la diferencia de precio de uno de estos caballos puede oscilar entre los 15.000 euros y el millón.

EL DESTINO SOÑADO. Dubái es uno de los destinos soñados por todo el mundo para irse de vacaciones, pero quizá no sea la opción más escogida a la hora de residir. Este joven ribadense es consciente de que la forma de trabajar y la cultura son muy diferentes a las de aquí: "Allí el nivel de vida es más alto". En este emirato "casi todo es artificial, hecho con dinero y por el hombre. Es como una isla en medio de un desierto", añade Díaz Yáñez. Dubái es la única ciudad del mundo en la que se encuentra un hotel de siete estrellas. A diferencia de lo que sucede en España, dónde ir a una cafetería o a un bar está al alcance de todos, "allí son muy pocos los que pueden tener ese privilegio. Es una ciudad llena de lujos y este es uno de ellos", indica Díaz.

Pese a que el cambio es sustancial en relación con la cultura europea, Dubai es un lugar "donde se vive bien como trabajador especializado. Es muy diferente a lo que se considera mano de obra barata en Europa", añade este preparador hípico, quien también apunta que los residentes en el emirato facilitan las cosas a los europeos.

"Nos consideran amigos y no tienen problema en mezclarse con nosotros", sostiene Agustín Díaz. Este ribadense afronta sin temor los cambios y marcha a Dubái con el fin de dar un salto en su carrera y mantenerse en la cima de su profesión.

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