Ni los obligados cambios de última hora por problemas de vuelos y aeropuertos ni otros muchos retos que afrontaron para devolver al Resurrection Fest a sus grandes días han podido con las ganas de un festival que este sábado vivió su ecuador con una de sus grandes jornadas, por el espectacular día de playa y la entrega de los miles de fans.
Por la mañana amanecieron con la noticia de que Korn, uno de los cabezas de cartel, debía adelantar su concierto del domingo a las cuatro y cuarto de la tarde, por dificultades en su traslado desde un aeropuerto para cumplir con este último peldaño de su gira.
Quienes sí estuvieron a la hora mágica de la madrugada fueron Sabaton. Y ya antes la otra banda estadounidense más esperada de esta edición del Resu, Rise Against ofrecieron un intenso concierto.
Los de Chicago, que exhiben una militancia muy explícita a favor de los derechos de los animales y de los que dicen que además de serveganos, tampoco prueban el alcohol y otras drogas, tienen ya seis discos a sus espaldas y exhibieron un hardcore melódico para caldear la tarde-noche pero ya antes, bajo un sol de justicia, los alemanes Caliban habían abarrotado el campo de Lavandeiras en un concierto vibrante que, no obstante, tuvo un final abrupto después del aviso de que se les acababa su tiempo.

En el Resu hay que respetar el tiempo asignado para que el festival funcione como un reloj suizo, y eso se aplica a rajatabla, por muy alemanes que sean y la épica que destiló su actuación encendiese al público. Te cortan el sonido y punto. Hay otro grupo preparado para comenzar su show en el escenario contiguo. Y con cuatro echando humo se mantiene la esencia del festival. Y la competencia es dura.Los siguientes eran Jinjer, la potente banda de Tatiana Shmaylyuk que cada año va a más y salío con los colores ucranianos. Llenazo para verla, vozarrón.
Si el jueves los fans se fueron a dormir con las 'nanas' de Dark Funeral, este viernes remataron el día con el poder metálico de Sabaton
Aunque en el Resu es difícil ver la marea humana moviéndose alrededor de un solo escenario. Los fans se reparten, lo que lo hace más cómodo y, además, este año el esfuerzo en ofrecer más servicios se ha notado. Es, tras las tempranas bajas de megagrupos como System of a Down y Avenged Svenfold, el año de la organización, cuando se nota el músculo de la para responder a los retos propios y ajenos. Sus responsables han acertado a traer de nuevo a Viveiro a miles de fans, a pesar de ofertas como la de mañana en el Bilbao Bizkaia Rock Day, donde tocan Metallica, otro concierto que estuvo en el aire por el covid, incluso con cancelaciones previas de la gira en Suiza.

No se puede asegurar el buen tiempo, pero el Resu tiene la manija del espectáculo. Muchos se fueron a acostar el jueves con el disfrute previo de un gran concierto de Dark Funeral en el Ritual Stage. Para este sábado, aparte del plato fuerte de Gojira, presente en muchas camisetas, se anuncian conciertos como los del Moscow Death Brigade.
En primera persona
"Hace veinte años que escucho este tipo de música"

Joaquín ha venido desde Asturias para disfrutar de los grupos que lleva escuchando veinte años. Sus grupos predilectos son System of a Down y Korn. "Se cayó uno, pero seguimos teniendo a otro". Tiene claro que es lo que le gusta y lo que no y eso ha venido a escuchar. Por ello, este asturiano asegura que repetiría, pero solo si el cartel cuenta con artistas que realmente quiera escuchar.
"Te lo pasas en grande y el ambiente es muy bueno"

A Claudia le encantó el festival desde el primer momento y por eso no ha perdido la ocasión de venir este año, que ya es su cuarto. Esta madrileña guarda las entradas que compró antes siquiera de saber qué grupos iban a actuar. "Me parece un lugar increíble, en medio de la montaña y con playa". Ha agradecido siempre el buen trato de Viveiro que acoge a los festivaleros de la mejor forma posible.
"Es mi primer Resurrection y seguramente vuelva"

Janice es la primera vez que viene al Resurrection. Su travesía para llegar a Viveiro comienza en el aeropuerto de Barcelona y su primera parada, el aeropuerto de A Coruña. Desde ahí un BlaBlaCar que lo ha traído a él y a su amigo hasta el glamping de Area donde se quedarán hasta el lunes. Le gusta mucho el Resurrection, "aquí la gente viene a disfrutar de los conciertos y de la música, está muy bien el ambiente, es diferente a otros". Destaca que haya niños, que no es la primera vez que vienen con sus padres, muy fans.