Sergey Sozonov: "El 80% de la población rusa sufre un lavado de cerebro"

EN PRIMERA PERSONA. Nací en 1970 en Chersky, cerca del Círculo Polar Ártico, en Siberia, uno de los lugares más fríos del planeta. Soy indígena yakuto. Estudié en Moscú periodismo y trabajé en publicidad, pero en 2008 decidí emigrar a Ortigueira. Tengo una exposicion en el Pazo de Tovar, en Lourenzá.

Sozonov, con dos de sus obras. JOSÉ Mª ÁLVEZ
Sozonov, con dos de sus obras. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Para romper el hielo, nunca mejor dicho, ¿cómo es vivir a 50 grados bajo cero? 
No es extremo cuando no hay humedad. Hay que llevar mucha ropa, solo dejar una rendija para los ojos. El problema donde yo vivía es que hacía bastante viento, y eso sí que hacía incrementar la sensación de frío. 

¿Tiene familia viviendo allí? 
Sí, mis padres y mis hermanos, pero no tengo relación. 

¿Por qué? 
El 80% de la población rusa sufre un lavado de cerebro, son como zombies, y no puedo hacer nada. Siento un dolor inmenso, pero es así. Yo trabajé en publicidad y sé cómo se hace la propaganda allí. Yo soy el hijo más mimado de mi madre, pero no puedo cambiar su manera de pensar. 

¿Lo ha intentado? 
Sí, pero es imposible. Es como una secta y cuando están dentro no hay manera de introducir otras ideas. Hay estudios que dicen que tienen que pasar dos años para que puedan ver la realidad como es. 

¿Sigue hablando con ella? 
No. Antes intentaba hablar de otros temas, del tiempo, del jardín, pero ahora no tengo nada. No tengo familia. 

¿Puede volver a Rusia? 
Ni puedo ni quiero. Mi pasaporte ruso ha caducado y no quiero volverme a hacer ese pasaporte, me da asco. 

¿Se informa usted por algún medio ruso para comparar lo que se cuenta sobre la guerra de Ucrania en occidente? 
No, son propaganda. Sí que sigo a periodistas independientes ucranios y rusos que no están en Rusia; me dan más confianza. 

¿Pero no cree que aquí, en España, en occidente, solo estamos conociendo una versión de los hechos?
No. Aquí estamos conociendo todo como está pasando. Además, aquí no solo hay periódicos o canales de televisión, también hay un montón de lugares por internet donde te puedes informar. La información que recibimos aquí es la correcta. 

¿Cree que los oligarcas rusos pueden hacer algún tipo de presión para que caiga el régimen de Putin? 
Te voy a decir una cosa, hasta la muerte de Putin no se va a derrumbar su dictadura. Esa es la única esperanza, pero no sé cómo lo pueden hacer. Está amenazando con tirar bombas nucleares. 

Es muy pesimista. 
Cuando fue la invasión de Crimea, en 2014, lo primero que hice fue ir a una tienda aquí donde vivo, en Ortigueira, para comprar una docena de gallinas y poder sobrevivir a una guerra nuclear, porque sé de lo que es capaz el maldito Putin. 

¿Y ahora, qué hizo? 
Mira, cuando empezó esta guerra de Ucrania, hace dos meses, pensé que ya estábamos muertos. Pienso que va a ver una Tercera Guerra Mundial, con bombas nucleares. A ver si podemos llegar hasta julio... 

Se refugia en la pintura. 
Sí, sigo pintando. Estuve exponiendo en Viveiro en Otero Regal, y ahora expongo en Lourenzá, en el Pazo de Tovar, junto a Diego Pérez y Ángel Picos.

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