Una semana para la lucha y la esperanza

El plazo dado para la negociación de la venta de Aluminio entre Alcoa y Liberty House termina el próximo domingo
Cascos colocados por los trabajadores de Alcoa en Viveiro. X. LOMBARDERO
photo_camera Cascos colocados por los trabajadores de Alcoa en Viveiro. X. LOMBARDERO

El próximo domingo, día 27, expira el plazo abierto para la negociación de la venta de la planta de Aluminio del complejo industrial de Alcoa en San Cibrao al grupo británico GFG Alliance (Liberty House). Será una semana en la que los trabajadores seguro que seguirán alzando su voz a favor de la venta, que ellos ven como la solución a la crisis que atraviesa la factoría. Y será una semana en la que las negociaciones entre las empresas deberían intensificarse para acercar posturas y que las conversaciones iniciadas lleguen a buen puerto. De la operación están pendientes el Gobierno y la Xunta, que también apuestan por el éxito de la venta.

¿Cuál es la situación a día de hoy?

Las últimas noticias acerca de la negociación fueron las ofrecidas el viernes por las administraciones, los sindicatos y Alcoa tras la celebración de la mesa multilateral. Tanto el Gobierno como la Xunta dejaron claro que apuestan por una venta a Liberty y subrayaron que no hay ningún obstáculo insalvable para que esta se produzca, por lo que instaron a Alcoa a acercar posturas para formalizar un contrato de compra-venta y ofrecer así un futuro a la producción y al empleo. En la misma línea se pronuncian los sindicatos, favorables siempre a la venta, y desde el comité de empresa instan a Alcoa a que acepte la mediación de las administraciones en el proceso. Por su parte la multinacional americana sigue insistiendo en que las peticiones del grupo británico no son razonables y que las posturas siguen lejos de encontrarse por el momento.

¿Están las posturas entre ambas empresas tan lejanas?

Resulta difícil concretar este punto porque las informaciones que trascienden son contradictorias. Mientras Alcoa mantiene que sí, los sindicatos aseguran que los escollos no son tan importantes, una impresión igual a la que se desprende de las últimas declaraciones de las administraciones. Evidentemente se trata de una negociación privada entre dos empresas privadas, de la que trasciende únicamente lo que ellas quieren o les interesa que trascienda. También es cierto que en este tipo de operaciones, los plazos siempre se apuran hasta el final buscando cada una de las partes arañar el mejor resultado posible.

¿Cuáles serían los principales puntos de fricción?

Uno de los principales desencuentros entre ambas partes sería, según señalan los sindicatos, la duración del contrato para el suministro de alúmina a la planta de Aluminio. Según trascendió públicamente, Alcoa ofrece un contrato por cinco años y Liberty pide que sean 20. En teoría no resultaría complicado encontrar un término medio entre ambos plazos. Otro terreno pantanoso es el económico, con aportaciones y asunción de deuda en la que no habría mucho consenso.

¿Hubo movimientos de ficha en la última semana?

Sí. Liberty presentó una contraoferta el viernes que Alcoa ya reconoció que está valorando. Sin embargo, las primeras declaraciones desde fuentes de la multinacional americana ya avanzaron que, a su juicio, la propuesta no difiere mucho de las presentadas anteriormente y que mantienen sus "demandas no razonables".

¿Qué se conoce de los planes de Liberty?

Lo que trascendió sobre los planes de Liberty para San Cibrao fue lo que el grupo británico les explicó a los representantes de los trabajadores a mediados de la pasada semana. "Vemos que tienen un proyecto claro, conciso y apoyado por los dos gobiernos", explicó el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, al término del encuentro. Los dos ejes del proyecto son un plan industrial para mejorar las instalaciones y sacar al mercado productos de mayor valor añadido y un plan energético con la introducción de renovables que incluiría eólica, solar y cogeneración.

¿Cómo se solventaría el tema de la energía?

Las últimas previsiones del Gobierno —que siempre se van alargando en el tiempo— apuntan a Movilización de los trabajadores el viernes, en Mondoñedo. A Mariña Una semana para la lucha y la esperanza que el estatuto del consumidor electrointensivo estará listo en octubre, lo cual debería establecer un marco más competitivo para todo el sector. En este sentido, Liberty también les explicó a los sindicatos sus planes con las energías renovables y un plan de ahorro en otros aspectos que supondría un precio competitivo para hacer viable la fábrica a largo plazo. Además firmaría, con el respaldo del Gobierno, una PPA, es decir, un contrato bilateral con una suministradora de energías renovables.

¿Cuál va a ser el papel de los trabajadores en estos últimos días del proceso?

Los trabajadores siguen siendo el principal activo de la fábrica y su lucha para evitar que las cubas se paren no cesa desde hace meses. A pesar de ser favorables a la venta, no niegan que esa salida no es el final de su lucha puesto que subrayan que es necesario hacer inversiones en las instalaciones para hacerlas competitivas, además de un marco energético que les permita estar al nivel de otros países europeos. Por eso, no es de extrañar que en los próximos días salgan a la calle con acciones sorpresa, como el corte de la A-8 el jueves en Ribadeo, o con movilizaciones programadas como la marcha nocturna de Mondoñedo. La presión que ejercieron, apoyados por la sociedad mariñana, es una de las claves de todo este proceso.

¿Y el sector del aluminio?

Para el sector del aluminio, que cerrará la única planta de producción que queda en España, sería muy negativo porque dependería totalmente de las importaciones, algo que en estos momentos se está demostrando que no es una buena estrategia. Esta semana, las protestas de San Cibrao contaron con operarios de las fábricas de segunda transformación de Amorebieta y Alicante.

Comentarios