Segismundo García: "Sargadelos es una de las marcas de diseño con más valor de España"

El consejero delegado sacó a Sargadelos de una bancarrota inminente y ahora ya tiene que rechazar algunos pedidos. Y avisa: "No tocamos techo"
Segismundo García, a la entrada del complejo de Sargadelos. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Segismundo García, a la entrada del complejo de Sargadelos. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Advierte por teléfono a una empresa de aperitivos que deje de usar la característica tipografía de Sargadelos o se verán en los juzgados y luego se fija en que no le gusta un reloj decorativo que manda cambiar y también en que hay demasiadas luces encendidas sin necesidad. Se despereza un poco, alaba a sus empleados y no esquiva ni una sola pregunta.

¿Cómo diría que está ahora mismo Sargadelos?
En una buena situación. Incluso diría que boyante. Vendemos más que nunca y hasta tenemos que rechazar algún pedido.

¿Puede anticipar algún próximo paso?
Estamos en periodo de expansión así que abriremos alguna tienda más en España y probablemente a lo largo del año también en algún otro país.

¿Sargadelos sigue siendo un referente de la cultura gallega?
Pues no lo sé. Nosotros fundamentalmente somos una empresa mercantil y siempre fue así, desde sus inicios. Pero qué duda cabe de que Sargadelos acumula doscientos años de una historia muy señalada por la cultura gallega por lo que en la gestión actual tratamos de proteger esas raíces e incrementar en lo que se pueda el prestigio de Galicia con nuestra marca, si es que eso es posible.

¿Y cómo se hace para exportar ese sentimiento en otro país?
Muchas veces desde Galicia se ve a Sargadelos, por sus raíces y simbología, como algo muy gallego. Y es cierto. Pero también somos una empresa de diseño muy prestigiosa a nivel internacional y de élites de diseño, lo que nos da una presencia en el mercado que no es a nivel de masas, pero sí de élites que aprecian el diseño y la calidad y eso nos facilita la penetración en ciertos mercados, de ahí nuestras presencia en el MoMA de Nueva York. No es por volumen de ventas. Es por la calidad de nuestro diseño.

Sobre Eva Cárdenas: "Me molestaron las críticas porque no se le hizo justicia a ella, que es una gran ejecutiva, ni tampoco a Sargadelos"

¿Quedaron atrás todos los problemas laborales de la empresa?
Por desgracia atravesamos una situación muy conflictiva, sobre todo porque UGT mostró una postura muy combativa, pero le hicimos frente y hoy tenemos un ambiente laboral muy tranquilo.

Al margen de esos episodios recientes, los tuvo también muy serios con Isaac Díaz Pardo. ¿Está aquello olvidado?
Por lo que se ve, la historia, los años y los juzgados me fueron dando la razón. Díaz Pardo era un hombre singular, muy trabajador, buen empresario y con algún rasgo de genialidad. Pero en los últimos años creo que estuvo mal aconsejado o intentó que la empresa fuese una prolongación de su familia y eso no era posible porque él nunca tuvo la mayoría accionarial.

¿Dice que se confundió su figura de empresario con la de artista?
Efectivamente. En mi opinión no supo desligar bien lo que era él como artista de Sargadelos como empresa, de tal modo que no se sabía bien si él vampirizó o se aprovechó de Sargadelos o fue Sargadelos la que vampirizó o se aprovechó de la figura de Díaz Pardo.

Mantiene con sus hijos desavenencias notorias. ¿A qué se debe?
Tenemos una relación cordial de muchos años. Pero la realidad es que no tienen prácticamente ninguna participación porque me la vendieron cuando mucha gente creía que Sargadelos no tendría viabilidad. Sus palabras de últimamente las interpreto como que nunca vieron con buenos ojos que la empresa se mantenga en pie con una gestión diferente a la de su familia. Pero yo creo que para Galicia y los trabajadores es una suerte que sorteásemos un bache económico serio en el que ellos tuvieron cierta responsabilidad, porque gestionaron la empresa en los últimos años hasta dejarla casi en una situación de quiebra.

Sobre los hijos de Díaz Pardo: "Creo que nunca vieron con buenos ojos que la empresa saliera adelante sin la dirección de su familia"

Otra cosa que pareció molestarle fueron algunas críticas que recibió por la contratación de Eva Cárdenas como directiva de la empresa, pero refiriéndose a ella como mujer de Núñez Feijóo. ¿Fue así?
Sí, sí. Sí que me molestó. Primero, porque es algo que no le hace justicia a ella, porque aparte de que sea la compañera de Núñez Feijóo es una ejecutiva con una trayectoria importante. Y segundo, tampoco le hace justicia a Sargadelos porque hay un equipo directivo desde antes de su llegada que ya lo estaba haciendo bien. Y por cierto, estoy muy contento con ella y con el resto del equipo de dirección.

Dice que Sargadelos se encuentra en un buen momento. ¿Podría decirse que no tocaron techo?
Pues claro que se puede decir. Es más, nos falta muchísimo recorrido. Sargadelos, y perdón por la petulancia, considero que es una de las marcas que tiene un valor como tal de los más importantes que hay en España. Habla con enorme soltura de cuestiones empresariales pese a que dijo muchas veces que no le gusta el mundo de la empresa. Pues no, a mí lo que me gusta es pensar y escribir, y precisamente el director de este periódico tiene la deferencia de publicarme algún escrito, pero es cierto que tengo una educación burguesa y esas pulsiones requieren cierta confortabilidad económica, que es por lo que me dedico a la empresa.

Segismundo García. JOSÉ Mª ÁLVEZ

"El extremismo de izquierda sabe vender mejor su producto"

Uno de los aspectos con los que Segismundo García suele levantar controversias es con sus opiniones sobre la clase política y la sociedad en general, que critica con absoluta libertad y sin autocensura aparente.

¿Tan mal ve a la clase política?
Muy mal. Entre otras razones porque ahora en lugar de valorar la experiencia o la sabiduría se optó por valorar la juventud y la popularidad y eso a veces ocasiona que tengamos líderes que son muy conocidos por el pueblo pero por una deriva de cierto ‘famoseo’ que acaba en que puede ser un líder Palito Ortega, como en Sudamérica, y eso ya está pasando en España.

¿Por ejemplo?
No me gusta citar nombres, pero la mayoría de los políticos acuden a programas de televisión o a eventos en los que, efectivamente, consiguen popularidad, pero no aportan absolutamente nada en lo que pueda ser gestión.

En este momento hay formaciones muy a la izquierda y muy a la derecha. ¿Cuáles le disgustan más?
Bueno... Lo cierto es que las izquierdas intelectualmente siempre están más preparadas que las derechas. Eso no quiere decir que tengan más sentido común. Simplemente, son más cultos y/o estudiados y por ello saben vender muy bien su producto. En ese sentido para mí son tan extremistas la CUP o Podemos como Vox. Pero, tienen mejor prensa que Vox porque la mayoría de los periodistas son estudiados, como ellos.

Lo que da a entender que su opinión en el fondo es que cree que son básicamente lo mismo.
En el fondo son muy parecidos, pero casi diría que son más peligrosos los extremismos de izquierda porque tienden a ser muy intervencionistas. No creen en la libertad del individuo. Creen en las colectividades y que esas colectividades se amolden a lo que ellos predican.

Por hablar algo más del patrimonio de Sargadelos, pero no del de Cervo, tiene pendiente la apertura del museo Carlos Maside en Sada. ¿Lo hará?
Es cierto que ese patrimonio debería de estar a disposición del público y así lo estamos intentando. De hecho hace dos años aquí se inauguró un museo de cerámica en la antigua casa de Isaac Díaz Pardo. Tenemos allí un museo de muchísima calidad y quizás el más importante de Galicia con obra pictórica del siglo XX. Algún culto y/o estudiado se lamenta de que no se abra, pero tienen que reconocer que abrir un museo es una gestión ardua y relativamente costosa porque implica mucho personal, acondicionamiento de locales... Y Sargadelos es fundamentalmente una empresa mercantil que lo primero que tiene que cuidar es el pago de las nóminas de sus 220 o 230 empleados. A partir de ahí, hay recursos que sí se pueden usar para cuestiones culturales, pero también los ayuntamientos en los que están esas instituciones como Cervo o Sada, o incluso la misma Xunta, debería de colaborar en su sostenimiento.

¿Pasa más tiempo en Sargadelos o en Sada?
En Sargadelos, porque la matriz de la empresa desde que yo cogí la gestión, todos los órganos de gobierno de la empresa, están aquí.

Su empresa consiguió ir sorteando los disgustos que a muchas otras les causó la pandemia. ¿Cómo lo logró?
En Sargadelos nunca hicimos mucho caso a las ocurrencias y vaivenes de los políticos con respecto a las medidas que se tomaron y se toman para frenar esta enfermedad desgraciada que, por otro lado, ya se ve que no tuvieron ningún éxito y la enfermedad sigue su curso. Si se me permite la autocita, yo ya reseñé al principio de la pandemia que el contagio, como en muchas otras epidemias anteriores de la humanidad no se podría controlar a corto plazo. Pero en estos tiempos líquidos, tan evanescentes, lo que se quiere son respuestas a corto plazo y eso intentaron los políticos para no explicar a la sociedad que hay situaciones en la vida que no son fáciles de solucionar. Por eso Sargadelos nunca cerró y paró de producir solo cuando se nos obligó. Eso nos permitió seguir fabricando como siempre e incluso incrementando nuestras ventas.

"Los foros de debate del Voar nos igualaron al club Siglo XXI"

En dos etapas Segismundo García impulsó en el hotel Voar de Ribadeo unos foros de debate con conferenciantes de primer nivel.

Ahora que pasaron los años, ¿podría decir cómo consiguió a alguno de ellos?
Muchas veces, en la vida, la gente cree que todo se consigue con dinero. Y no es verdad. La insistencia, el talento o el proyecto motiva a veces más a la gente que la economía. Gracias a eso, desde una empresa muy pequeña nos parangonamos con lo que hacía entonces el club Siglo XXI en Madrid. Es más, creo que el nombre de foros que le pusimos, después, tuvo relativo éxito y ahora se organizan muchos.

Pero no me contestó.
(Se sonríe). Pues llamando por teléfono e insistiendo. Y a veces a lo mejor venían gratis.

¿Conoce a algún ministro o ministra actual?
Sí... A lo mejor alguno, sí. Bueno, conocer, no. Pero saludarnos, sí.

¿Sigue siendo un liberal que escribe libros de ensayo?
Vivo en una época que quizás no me corresponde y que no entiendo bien, aunque ahora ya soy un anciano en la antesala de que me invada la nada. Pero creo que cualquier persona debería ser liberal, aceptar las contradicciones de la vida y procurar no hacer excesivo daño. Y luego no pedir en exceso a los demás o a otros poderes que le resuelvan la vida porque eso lo tiene que hacer cada uno. En cuanto a los libros, ahí están, pero lo dejé.

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