Las Hijas del Divino Celo Rogacionistas, que gestionan los centros San Aníbal de Burela, y Cáritas Diocesana de Mondoñedo Ferrol formalizaron este viernes en Foz el convenio marco bajo el que desarrollan el programa San Aníbal Familia Educa, un servicio gratuito de prevención y formación en el ámbito educativo y sociofamiliar destinado a mejorar las condiciones de convivencia en las unidades familiares que tienen niños y adolescentes y que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. El objetivo del acuerdo entre ambas instituciones es sumar esfuerzos y trabajar de manera conjunta y coordinada "en favor da infancia, a xuventude e as súas familias".
"La exclusión es algo que se transmite de padres a hijos y si no se ponen medios esto se perpetua", explicó en la presentación del programa la secretaria xeral de Cáritas, Marta Pazos, que subrayó que las familias en estas situaciones suelen provenir de procesos migratorios forzosos, de situaciones de desempleo prolongadas, de casos de violencia o tener escasos recursos o desestructuración familiar. "En este programa actuamos en el ámbito educativo y socioeducativo no solo de los niños sino también de los progenitores para abordar estas situaciones", indicó Pazos, que subrayó la colaboración con la congregación "por su experiencia con menores".
El programa está centrado por un parte en el refuerzo educativo y actividades de ocio alternativas y saludables para los menores y en la intervención familiar centrada en la disciplina positiva, el cuidado personal o el ámbito laboral. "É un programa para familias en risco moderado para evitar a cronificación destas situacións", afirmó Jesús Iglesias, miembro de la directiva de San Aníbal, que concretó que los primeros días se centraron en el refuerzo educativo y que a partir de ahora empezarán con actividades más lúdicas para niños y padres. Iglesias también avanzó que la idea es que el programa que ya funciona en Foz desde el mes de febrero pueda crecer e implantarse en otras localidades de A Mariña.
En este espacio participan en estos momentos seis familias y once niños y se siguen valorando incorporaciones de nuevas familias que llegan derivadas de los servicios sociales municipales, de los centros educativos o de los equipos de acogida de Cáritas. El proyecto se realiza con una aportación de 42.921 euros para este año de la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade, con la que se contrató a una psicóloga y una educadora durante este primer año.
Además un pilar fundamental de este proyecto, según destacaron Pazos e Iglesias, son los voluntarios. "O voluntariado é o corazón deste proxecto", dijo Iglesias y Pazos añadió que "son un pilar básico del programa porque están cerca de las familias y les dan su apoyo".
Intervenciones
A la presentación oficial del programa, en los locales donde se ofrece este servicio en Foz, acudieron el alcalde focense, Fran Cajoto, acompañado de la edil de Servizos Sociais, Ana Rojo; la jefa territorial de Cultura, Educación, FP e Universidades, María José Gómez; y el obispo de Mondoñedo Ferrol, Fernando García Cadiñanos.
En su intervención el alcalde focense destacó que se trata de un "proxecto ben bonito" y una muestra de la colaboración y la comunicación fluida que mantienen desde el Concello con las instituciones que impulsan el programa y a las que ya recurrieron para atender a familias con necesidades del municipio.
Por su parte, la representante autonómica destacó el trabajo de los centros San Aníbal durante los 21 años que llevan asentados en A Mariña y subrayó que la Xunta "seguirá apoiando este tipo de iniciativas para conseguir unha sociedade máis igualitaria que é un obxectivo que perseguimos".
El encargado de cerrar el acto fue el obispo que quiso felicitar al Concello y a la parroquia por este nuevo recurso de apoyo a los más desfavorecidos. "Las sociedades las hacemos grandes en la medida en que podemos integrar", dijo y extendió la felicitación a los administraciones que lo hacen posible matizando que "para eso se pagan impuestos, para tener más servicios y más si cabe para las personas que más lo necesitan".
"La pobreza se hereda y proyectos como este ayudan a que intentemos dar oportunidades para que la gente pueda salir adelante", dijo García Cadiñanos, que también recalcó el papel de los voluntarios en este programa "para sostenerlo y que tenga continuidad en el tiempo". "Es importante que miremos, porque a veces vamos por la vida sin ver los problemas de los que se quedan al borde del camino y la Iglesia está ahí para ver lo que otros no ven y ayudar y este proyecto también", finalizó.
