El nacimiento del Resurrection Fest en el año 2006 supuso un antes y un después en el destino de la ciudad vivariense gracias a su impulsor, el ex alcalde socialista, Melchor Roel, y a los organizadores, que comandan los hermanos Iván y David Méndez. La economía local percibe los efectos positivos de este fenómeno musical, con la masiva llegada de aficionados a la música rock, punk y metal que, además de vivir el espíritu de la cita, aprovechan el ocio alternativo que ofrece toda A Mariña.
Los bellos parajes del concello y de las localidades colindantes, donde el binomio montaña-playa es una particularidad, no se pueden desvincular de una gastronomía rica con platos típicos y vinculados al mar. Las expectativas de este año apuntan a que superarán las cifras del año pasado, según el presidente de la Asociación Centro Comercial Histórico de Viveiro, Víctor Valenzuela, quien destacó que los hosteleros notan mucho el incremento del consumo en la semana del festival.
Valenzuela considera además "un privilegio contar con una cita de estas características en Viveiro" porque es una manera de posicionarla en el mapa como sitio que oferta eventos imprescindibles.
Otras citas como el Mercado Renacentista o las Fiestas de A Pescadería favorecen la actividad durante este mes
Por otro lado, señaló que cada vez es más frecuente ver a visitantes que repiten la experiencia año tras año, lo que ha mejorado visiblemente "el panorama del mes de julio" con respecto a hace unos años. En este sentido, recordó que el Resu "no es el único evento, aunque sí el que mueve más volumen de gente al año", precisó. Al respecto aludió a otras citas que despiertan interés como el Mercado Renacentista o las fiestas de A Pescadería, que se celebran este sábado y domingo en honor a la festividad de la Virgen del Carmen.
A la hora de valorar la organización de las fiestas, Valenzuela señaló "el importante papel de las comisiones" que han cambiado la perspectiva adaptándose a los tiempos actuales y organizan los eventos pensando en un público más heterogéneo.
El director del resort Las Sirenas, José Manuel Pereira, también hace un balance "muy positivo" de la ocupación hotelera de estos días, que cifra en un 96% durante este viernes. Para este sábado mejora la cifra obligando al establecimiento a colgar el cartel de completo. El perfil del cliente que opta por este alojamiento suele hacer consumo en el hotel, terraza y las instalaciones del thalasso, así como en de los dos restaurantes que poseen. Lo más solicitado son "los pescados y mariscos, maridados con vino blanco", destaca.
CELEIRO. Pero el casco histórico de Viveiro o la zona de la playa de Covas no son las únicas zonas donde se deja sentir el impacto. Los hosteleros y comerciantes del puerto de Celeiro también notan mucho más apuro, igual que en Area, donde está una de las acampadas. La villa marinera no descansa desde que el Resu se emplazó en la localidad. Las terrazas de sus negocios están siempre ocupadas por seguidores del festival que hacen un parón musical para llevarse algo tradicional a la boca.
Un empleado del Rancho Chico destaca que el goteo de gente es "constante" y prácticamente abren casi todo el día. Tres camareros más atienden la terraza de este local que no da tregua. Los platos más demandados por los visitantes son desde chipirones a calamares pasando por mejillones, pulpo, raxo hasta mariscos de roca y como no, todo ello regado con un buen vino Ribeiro.
