Los agentes de la Guardia Civil buscan a las dos personas que cometieron un robo en la tienda de la empresa de telecomunicaciones Orange ubicada en la Avenida de Galicia de Ribadeo en la jornada del lunes y cuyo valor conjunto está valorado en unos 3.000 euros. Los hechos se produjeron a última hora de la tarde, cuando la tienda se encontraba a punto de cerrar sus puertas.
En ese momento dos personas jóvenes entraron en el local pero ya desde el mismo momento en que accedieron al interior de la tienda mostraron claras sus intenciones de robar y se hicieron notar porque en todo momento hicieron uso de la fuerza para llevar a cabo su cometido. Primero advirtieron a la dependienta de la tienda de que iban a cometer un robo y de que no hiciese nada para evitarlo. A partir de ese momento, uno de ellos se quedó cerca de ella vigilándola de cerca mientras que su compañero comenzó a controlar lo que había en la tienda.
Según parece, los dos ladrones sabían perfectamente lo que querían y cuáles eran sus objetivos porque en ningún momento se fueron a por móviles de bajo coste ni tampoco trataron de conseguir algunos que Orange tuviese guardados en el interior de la tienda.
Arrancaron los terminales de los expositores a los que se encuentran anclados a base de patadas y de tirones hasta que cedieron
CON VIOLENCIA. Enseguida localizaron cuáles eran los terminales más caros que había en el interior de la tienda. Pese a que disponen de anclajes de seguridad comenzaron a forzarlos y a darles patadas hasta que consiguieron arrancarlos de sus ubicaciones.
No tardaron mucho tiempo y se fueron corriendo del local dando un buen susto a la dependienta que, no obstante, no sufrió ningún daño.
PRECEDENTE. Se da la circunstancia de que no es el primer robo de estas características que tiene localizado la Guardia Civil en un amplio terreno de actuación en el que podrían estar operando estas personas a las que están siguiendo la pista.
El robo en esta tienda de Orange en Ribadeo llama particularmente la atención porque se trata de una zona muy céntrica, en plena travesía de la villa.
Además, aparentemente los ladrones tenían bien preparado todo lo que iban a hacer. Esperaron justo hasta el momento en que la tienda iba a cerrar para garantizarse casi al cien por cien que en ese momento no hubiese ningún cliente.
Por otra parte, no se anduvieron con miramientos a la hora de arrancar los móviles de los expositores a los que se encuentran sujetos y luego se marcharon a toda velocidad.
